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El ganadero británico Derek Gow tomó la determinación de sacrificar siete de 13 vacas de su propiedad que adquirió en 2009 y hacen parte de una raza modificada genéticamente por el régimen de Adolf Hitler.
La raza, creada en la década de 1920, fue el resultado de las investigaciones de los nazis para conseguir ejemplares de “súper vacas”.
“Tuvimos que reducir a seis nuestra manada porque algunas de ellas eran increiblemente agresivas y no podíamos controlarlas”, dijo Gow al diario británico The Independent.
El ganadero, único británico en tener ejemplares de las “súper vacas”, aseguró que la carne fue transformada en salchichas de muy buen sabor.
Según The Independent, el ganadero aseguró que se vio obligado al sacrificio porque las vacas en cualquier momento atacaban a sus trabajadores y las calificó como los animales más agresivos con los cuales ha trabajado.
La publicación británica agrega que la raza fue el resultado de una combinación de genes que dio como resultado ejemplares con grandes cuernos y fuertes músculos. Incluso su imagen fue utilizada como propaganda durante la segunda guerra mundial.