Israel lanzó el miércoles una serie de bombardeos sobre el centro de Damasco, alcanzando la entrada del cuartel general del Ejército sirio y un “objetivo militar” cercano al palacio presidencial.
El ataque, que dejó al menos tres muertos y 34 heridos, según autoridades sirias, representa una de las acciones más directas de Israel en la capital en los últimos años y se da en medio de una creciente tensión por los enfrentamientos en la ciudad de Sweida, al sur de Siria.
Los combates comenzaron el domingo entre combatientes drusos y tribus beduinas sunitas, después del secuestro de un comerciante druso. La escalada derivó en múltiples secuestros de represalia y en la entrada del Ejército sirio a la ciudad el martes.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), más de 300 personas han muerto desde el inicio de la violencia, incluidos 40 civiles drusos, 27 de los cuales habrían sido ejecutados de forma sumaria por fuerzas gubernamentales.
Abusos del régimen y advertencia israelí
Las tropas del régimen de Bashar al Asad fueron acusadas por ONGs, testigos y grupos drusos de cometer ejecuciones extrajudiciales y saqueos tras su despliegue. En ese contexto, los bombardeos israelíes en Damasco serían una advertencia directa al régimen, según analistas y medios regionales.
Israel había advertido en días previos que no permitiría ninguna presencia militar en el sur de Siria, cerca de su frontera, y el ministro de Defensa, Israel Katz, aseguró que el ejército “operará con fuerza” para proteger a la comunidad drusa. Israel ocupa y se anexionó gran parte de los Altos del Golán, una zona estratégica con significativa población drusa.
Condena internacional y presión diplomática
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los ataques israelíes y se dijo “alarmado” por la violencia en el sur sirio. “El secretario general condena además la escalada de bombardeos de Israel en Sweida, Daraa y el centro de Damasco, así como los reportes de que las fuerzas de defensa israelíes volvieron a desplegarse en el Golán”, afirmó su portavoz Stéphane Dujarric en un comunicado.
Desde Washington, el jefe de la diplomacia estadounidense y asesor de seguridad nacional, Marco Rubio, afirmó que el conflicto en el sur de Siria responde a “rivalidades históricas de larga data” y que provocó “una situación desafortunada y un malentendido”. Señaló que las partes están “en camino hacia una verdadera desescalada” y dijo esperar “ver avances reales en las próximas horas”.
Refuerzo militar en Golán y tensión en la frontera
Mientras tanto, Israel redobló su presencia militar en los Altos del Golán. Según el ejército, varias unidades fueron trasladadas desde Gaza hacia la frontera siria y se detectaron “decenas de sospechosos” intentando cruzar desde Siria. En la zona, testigos reportaron que drusos cruzaban la frontera en ambos sentidos en medio de gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas israelíes.
Un llamado de auxilio para Sweida
En Sweida, un corresponsal de la agencia de noticias AFP vio una treintena de cadáveres tendidos en las calles, “estoy en el centro de la ciudad, junto al edificio de la gobernación... no pienso salir. Si llegan aquí, estoy muerto”, dijo por teléfono un residente que pidió anonimato.
Uno de los líderes religiosos drusos más influyentes, Hikmat al Hejri, pidió a la comunidad internacional —incluidos Trump y Netanyahu— “salvar a Sweida”. “Nuestro pueblo está siendo exterminado”, advirtió.