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La realeza británica sigue siendo tema de conversación en el mundo. Y como dice el refrán: “a rey muerto, rey puesto”. Este sábado, los ojos del público han estado en la ceremonia de proclamación de Carlos III, quien hereda el trono de su fallecida madre, Isabel II.
En redes sociales, se desató la primera controversia entorno al heredero por la manera en que les ordenó a los subalternos que retirarán un tintero del escritorio en el que se disponía a firmar los documentos de su proclamación. A juicio de varios internautas, la petición fue descortés, debido a sus gestos.
En medio de un salón lleno de testigos, ubicado en el palacio de Saint James, Carlos III se acercó al escritorio con los papeles en la mano y fijó la vista en todos los implementos que ocupaban la mesa.
Entonces, miró a un súbdito y agitó rápidamente la mano indicándole que retirara el tintero del centro. Luego tomó asiento y firmó.
Hasta ahí, simplemente parecía ser un gesto de apuro. Sin embargo, mientras estampaba su nombre en los papeles —que ocupaban buena porción del escritorio— señaló el estuche de unas plumas que chocaban con las hojas y, con una gesticulación marcada, pidió que lo retiraran.
El momento quedó captado en las cámaras y los comentarios empezaron a tomarse las redes sociales, unos de rechazo y otros de apoyo.
“Podŕia haber movido esos objetos con sus reales manos ¿no?”, apuntó un internauta, y otro contestó: “El salón está completamente en silencio. Se lee en los labios que les está pidiendo mover el tintero, es normal que exagere el gesto para no hacer ruido”.
La proclamación, que fue transmitida por primera vez en televisión, terminó con “Dios salve al Rey” y Carlos III nombró a su hijo mayor, William, Príncipe de Gales, quien lo acompañó en el solemne acto junto con la reina consorte, Camila Parker.