Los presidentes de Taiwán, Ma Ying-jeou, y de China, Xi Jinping, se reunirán por primera vez el próximo sábado en Singapur, informaron funcionarios taiwaneses.
La Cumbre entre Ma y Xi será la primera entre los dirigentes de China y Taiwán desde que el triunfo de la revolución comunista estableciera la República Popular China en Pekín en 1949 y se trasladara el gobierno de la República de China a Taiwán ese mismo año.
Los dos dirigentes intercambiarán puntos de vista sobre la consolidación de la paz a través del estrecho de Taiwán y el mantenimiento del status quo, pero no se firmarán acuerdos ni emitirá comunicado conjunto, señaló la agencia CNA.
La agencia oficial china Xinhua confirmó la reunión, en un despacho en el que dijo que la reunión tendrá lugar “en nombre de los líderes de la parte continental y Taiwán”, según dijo Zhang Zhijung, responsable de la Oficina de Taiwán en el Consejo de Estado (Ejecutivo)
Ma y Xi intercambiarán puntos de vista sobre el desarrollo pacífico de las relaciones entre ambos lados del estrecho, añadió Zhang, quien añadió que se acordaron “unos arreglos pragmáticos que están de acuerdo con el principio de una China mientras no se han resuelto las diferencias políticas”.
En Taiwán, el anuncio de la reunión ha generado las primeras quejas de la oposición, que es la gran favorita para ganar las elecciones presidenciales del 16 de enero de 2016.
El portavoz del Partido Demócrata Progresista (independentista), Cheng Yun-Peng, dijo que el momento elegido para la reunión es cuestionable, ya que se espera un cambio en la cúpula dirigente de Taiwán tras los comicios.
El secretario general de la Presidencia, Tseng Yung-chuan, se reunirá este miércoles con el presidente del Parlamento, Wang Jin-pyng, y los líderes de los distintos grupos parlamentarios para informarles de la visita.
China y Taiwán mantienen una disputa de soberanía desde 1949, cuando los comunistas dirigidos por Mao Zedong derrotaron al nacionalista Kuomintang encabezado por Chiang Kai-Chek en la guerra civil china y estos últimos se refugiaron en la isla.
Desde entonces, las tensiones son periódicas y Pekín no ha renunciado al uso de la fuerza en caso de que la isla proclamara su independencia formal.