La Cámara Alta de la Asamblea Federal de Rusia aprobó la reforma constitucional adoptada horas antes por los diputados, lo cual allana el camino para que Vladimir Putin se mantenga en el poder teóricamente hasta 2036.
Un total de 160 senadores votaron a favor de la ley, solo tres en contra y uno se abstuvo a participar en la votación.
Pero esta reforma a la constutición de Rusia no solo comprende la posibilidad de darle más tiempo en el poder al presidente Putin, también contempla otras medidas como la prohibición para todos los altos funcionarios del país de tener activos financieros y cuentras por fuera del territorio nacional.
A pesar de la aprobación de la Cámara Alta, la reforma constitucional deberá ser respaldado por el 67% de los parlamentos regionales de Rusia. Después de ese paso deberá ser enviado a al tribunal constitucional que deberá tomar una decisión sobre al respecto.
Si la decisión de la alta corte es positiva, la bola pasará a los ciudadanos, quienes votarán dichas modificaciones el próximo 22 de abril y para que sean aprobadas todas las enmiendas, estas deberán tener un voto favorable superior al 50%.
¿Golpe de Estado?
El líder de la oposición Alexéi Navalni denunció por su parte una reforma que permite a Putin buscar una mandato “como si fuese la primera vez”.
“Técnicamente lo que pasó hoy es un golpe de Estado”, dijo su mano derecha, Leonid Volkov.
Una nueva protesta comenzó este miércoles ante el Parlamento.
Al justificar las enmiendas a la Constitución, Putin juzgó el martes que un “poder presidencial fuerte es absolutamente necesario en Rusia” y estimó que la “estabilidad (...) debe ser prioritaria”.
Putin ya había tomado desprevenido a todo el mundo en enero al anunciar que quería lanzar una revisión constitucional, la primera desde la adopción de la Carta Magna rusa en 1993. La iniciativa fue considerada de inmediato como una manera de preparar el post-2024