Con una tractomula, un hombre aún por identificar arrolló a una multitud de personas que se congregaba en el mercado navideño junto a la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, en Berlín.
Entre los gritos de dolor y terror de las víctimas —el hecho dejó 12 muertos, incluido el copiloto, y más de 50 heridos—, el conductor huyó a pie. Cuando fotógrafos y policías llegaron, solo pudieron tomar imágenes del pesado vehículo y la devastación que causó entre luces navideñas y tiendas cubiertas con carpas.
Con vidrios rotos y abolladuras, la tractomula de Berlín recordaba al camión utilizado para matar en Niza a 86 personas, que se congregaron el 14 de julio en sus playas a celebrar el día nacional de Francia.
Pero a diferencia de esa fatídica noche, las autoridades han tomado el caso con mayor prudencia en Berlín, y por ahora no señalan contundentemente al terror.
Mediante sus voceros, la policía de la capital alemana insiste, al cierre de esta edición, en que están abiertas las dos hipótesis: que sea un accidente o un ataque. Ni tras haber detenido al sospechoso —al que confirmó como el conductor, pero no quiso identificar ante la prensa—, se atrevió a dar una idea de lo que pudo haber ocurrido. “Las motivaciones no están claras”, argumentó en su Twitter.