Todas las miradas en Estados Unidos apuntaron ayer al Quicken Loans Arena de Cleveland, Ohio, donde se celebra (hasta el 21 de julio) la Convención Nacional Republicana. ¿El motivo? No se realizaba en décadas una reunión de este tipo con tantos interrogantes de antemano. Amplios sectores de la bancada conservadora han sido reacios a que el polémico magnate Donald Trump asuma las riendas del partido.
¿Logrará unir a los republicanos en torno a su campaña? Es la pregunta fundamental que suena por estos días. 50.000 personas asisten a ver cuál será la respuesta, de las que alrededor de 15.000 son periodistas, lo que da idea de la enorme expectación mediática que genera el foro.
Pero quienes deciden, es decir, los delegados, son 2.472 personas que acuden en representación de los 50 estados, el Distrito de Columbia, y los cinco territorios asociados a la potencia norteamericana.
Desde su inicio, la convención resulta tensa dada la inasistencia de figuras del Partido Republicano, temerosas de que su nombre sea relacionado con Trump (los Bush, John Kasich y John McCain).
Por eso, en el primer día, el debate se centró en el lema “hacer a EE. UU. seguro de nuevo”, para abordar temas de lucha contra el terrorismo, defensa y seguridad, en los que las diferencias entre el ala tradicional del partido y Trump no son tan marcadas.
Retos de Trump
En horas de la tarde, trascendió la primera controversia de este proceso cuando la facción Nunca Trump (Never Trump), conformada por las delegaciones de Utah y Virginia, solicitó a la Convención poder votar a conciencia por un candidato para el partido y no según los resultados de las elecciones primarias. Dicha petición fue negada varias veces entre un ambiente tenso y polarizado, y el hecho quedo atrás. Pero no así los interrogantes.
“Será muy difícil para los republicanos no avalar la candidatura de Trump, porque no se quieren quedar con un candidato débil. El problema para el magnate no obstante es que escogió una formula vicepresidencial que es más derechista que él (Mike Pence), cuando en realidad debió buscar alguien cercano al centro, siendo que la gente que está inconforme con él en el partido es de centroderecha”, afirmó a EL COLOMBIANO Mauricio de Vengoechea, estratega político de Newlink Research.
“En ese sentido, el riesgo es que la gente de centro en el partido prefiera no apoyar la candidatura y, tal como dijo Al Cárdenas (expresidente de la bancada en Florida), enfoque esfuerzos en quedarse con el Congreso y dejar que los demócratas se queden con la Presidencia”, agregó.
“Si Trump evita esto saldría fortalecido, pero tendría que moderar su discurso, así eso no sea del todo bueno sabiendo de dónde proviene su apoyo”, concluyó.