El presidente estadounidense, Donald Trump, denunció que “hay mucha gente pasando hambre” en Gaza, sometida a un bloqueo israelí, y donde los rescatistas reportaron más de 70 muertos en nuevos ataques en las últimas horas.
Trump hizo este breve comentario desde Emiratos Árabes Unidos, tercera y última etapa de una gira por Oriente Medio que no incluyó a su aliado Israel.
“Miramos a Gaza. Y nos ocuparemos de ello. Hay mucha gente pasando hambre” en el enclave palestino, dijo el republicano en Abu Dabi. Desde el 2 de marzo, las fuerzas israelíes bloquean la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, fundamental para sus 2,4 millones de habitantes.
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Este viernes, la Defensa Civil gazatí dio parte de al menos 74 muertos en ataques israelíes efectuados desde la medianoche, revisando al alza un balance anterior de 50 fallecidos.
“Además, hay decenas de personas atrapadas en los escombros, y los bombardeos israelíes continúan. Tememos que el balance de víctimas suba”, indicó Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil.
AFP contactó previamente con el ejército israelí, que no quiso hacer comentarios.
“Estábamos durmiendo cuando de pronto explotó todo a nuestro alrededor”, contó a AFP una residente en el norte de Gaza, Umm Mohammed al Tatari, de 57 años.
“Hemos visto la destrucción con nuestros propios ojos. Había sangre por todas partes, trozos de cuerpos, y cadáveres. No sabíamos quién había muerto, y quién seguía vivo”, añadió.
El jueves, al menos 120 gazatíes murieron en los bombardeos israelíes, y el miércoles, otros 80, según la Defensa Civil de la franja costera.
A mitad de marzo colapsó la frágil tregua entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, en el poder en la Franja, días después de que el Estado hebreo reinstaurara su bloqueo del enclave, lo cual ha provocado, según varias oenegés, una amenaza de “hambruna masiva” para sus 2,4 millones de habitantes.
Con su estrategia, Israel dice querer “derrotar” a Hamás y obtener la liberación de los rehenes aún cautivos en la Franja, capturados por los milicianos islamistas en su ataque sorpresa del 7 de octubre de 2023.
Actualmente, quedan allí 57 secuestrados, incluyendo 34 que, según el ejército, están muertos.
Hamás insistió el jueves en que la reanudación de la ayuda humanitaria (agua, comida, medicinas) es un “requisito mínimo” para negociar una salida al conflicto.
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También avisó que Gaza “no está a la venta”, horas después de que Trump reiterara la idea de que Estados Unidos tome este territorio palestino, para convertirlo, según dijo, en “una zona de libertad”.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una oenegé creada y apoyada por Estados Unidos, dijo que quiere facilitar ayuda en el territorio palestino de aquí a final de mayo, con la distribución de cerca de 300 millones de raciones de comida por un período inicial de 90 días.
Alegando que sus términos no respetan los principios de imparcialidad e independencia, la ONU hizo saber el jueves que no participará de dicha iniciativa, por parte de una fundación registrada apenas en febrero y de la que poco se conoce.
Hamás desató el actual conflicto el 7 de octubre de 2023. En su sorpresivo ataque murieron 1.218 personas del lado israelí, en su mayoría civiles, de acuerdo con un balance de AFP basado en cifras oficiales.
La campaña militar que Israel lanzó en respuesta ha matado a 53.010 personas en Gaza, en su mayoría civiles, de acuerdo con el Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás. Naciones Unidas considera fiable dicha cifra.
Este mismo viernes, el Consejo de Europa denunció que la Franja de Gaza sufre una “hambruna deliberada” y advirtió que Israel está sembrando “las semillas del próximo Hamás” en el territorio.
“Ha llegado el momento de (empezar) un examen de conciencia moral sobre el trato a los palestinos”, declaró Dora Bakoyannis, ponente para Oriente Medio en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
La organización intergubernamental, de la que forman parte 46 Estados europeos, trabaja para salvaguardar los derechos humanos y la democracia.
“El asesinato masivo de niños y civiles desarmados, la hambruna deliberada y el dolor y la humillación incesantes infligidos a los palestinos de Gaza deben terminar”, afirmó Bakoyannis en un comunicado.
El hambre aguda golpeó a 295 millones de personas de 53 países en 2024, un récord, sobre todo a causa de los conflictos, y las perspectivas para 2025 no son muy alentadoras debido la disminución de la ayuda internacional, según un informe publicado este mismo viernes.
Por sexto año consecutivo, el balance se agravó y el empeoramiento de la situación en áreas como Sudán, Birmania o Gaza eclipsaron los avances registrados en otras zonas, como Afganistán o Kenia, según este reporte anual de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias, integrada por la UE, el Banco Mundial y agencias de la ONU, entre otros.
De estos 295,3 millones de personas (el 22,6% de la población analizada), 1,9 millones estaban al borde de la hambruna, algo nunca visto desde que se empezó a elaborar este informe en 2016.
La mayor parte de esa población en situación extrema se encontraba en Sudán y en la Franja de Gaza, y en menor medida en Malí y en Haití.
“Estamos hablando de una escasez extrema de comida, de un agotamiento completo de los mecanismos de resistencia y de supervivencia”, indicó Rein Paulsen, director de la oficina de emergencias y de resiliencia en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los conflictos y la violencia, que a menudo conllevan el desplazamiento de la población, fueron el primer factor de crisis alimentaria en 2024, para 140 millones de personas en 20 países.
“El hambre y la malnutrición se extienden más rápidamente que nuestra capacidad de respuesta, mientras que un tercio de los alimentos del mundo se pierde o se desperdicia”, denunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en el prefacio del informe, en el que alerta de unos “niveles récord”.