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Histórico: los países del trópico crean un fondo sin precedentes para proteger la selva

En vísperas de la COP30, una alianza encabezada por Brasil, Colombia e Indonesia impulsa un mecanismo que busca cambiar el modelo mundial de financiamiento climático y conservar los bosques tropicales.

  • Los bosques tropicales almacenan gran parte del carbono del planeta y son esenciales para la regulación del clima, la biodiversidad y la supervivencia de millones de especies y comunidades humanas. FOTO cortesía Global Forest Watch
    Los bosques tropicales almacenan gran parte del carbono del planeta y son esenciales para la regulación del clima, la biodiversidad y la supervivencia de millones de especies y comunidades humanas. FOTO cortesía Global Forest Watch
hace 2 horas
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En Belém, la ciudad que acogerá la COP30, se lanzó un fondo que busca cambiar la historia del financiamiento ambiental: el Tropical Forests Forever Fund (TFFF), una inversión inicial de 5.000 millones de dólares destinada a proteger más de mil millones de hectáreas de bosques tropicales. No se trata de una promesa, sino de un nuevo pacto entre los países que aún conservan selvas en pie y aquellos que reconocen su valor para el planeta.

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El TFFF propone una arquitectura distinta a los mecanismos tradicionales. En lugar de premiar la reducción de emisiones futuras, recompensa la conservación actual de los bosques tropicales, responsables de absorber una parte vital del carbono global. Este enfoque transforma la lógica asistencialista por una de corresponsabilidad: los países del trópico dejan de ser receptores pasivos de ayuda y asumen el liderazgo como inversionistas y guardianes de la naturaleza.

La iniciativa surge de una alianza inédita entre Brasil, Noruega, Indonesia, Colombia y otros países tropicales, con el respaldo técnico y político de WWF. La organización lo define como “un punto de inflexión” porque canaliza recursos directamente hacia pueblos indígenas y comunidades locales, quienes han protegido los ecosistemas sin incentivos ni reconocimiento, pues ahora al menos el 20 % de los pagos del fondo se destinarán a estas comunidades, lo que lo convierte en la mayor fuente de financiamiento directo para quienes habitan y custodian los bosques.

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La participación de Colombia marca un cambio simbólico. Históricamente receptor de fondos internacionales, el país se suma ahora como patrocinador, aportando capital al TFFF y alineando su política ambiental con un modelo de cooperación horizontal, una decisión responde a una estrategia de liderazgo en temas de biodiversidad y cambio climático que busca consolidar la posición del territorio nacional dentro de los países amazónicos y del Sur Global.

Un pacto vivo por los bosques

Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia, lo expresó con claridad: “El TFFF es más que un mecanismo financiero: es un pacto vivo entre los países tropicales y el planeta, un compromiso para que los bosques sigan respirando y, con ellos, los pueblos que los cuidan y el futuro de la humanidad”. Y su afirmación es importante porque resume el sentido político y ético de la iniciativa: la defensa de la selva como una causa común que trasciende fronteras.

Ahora, la creación del fondo llega en un momento crítico. Solo en 2024 se perdieron 6,7 millones de hectáreas de selva primaria, un área equivalente al tamaño de Vietnam. La Amazonía, que alberga cerca del 10 % de la biodiversidad mundial, se acerca a un punto de no retorno, en el que si la deforestación supera el 25 % de su extensión original, la selva podría transformarse en una sabana árida incapaz de regular el clima global.

En este contexto, el TFFF representa una apuesta por evitar ese colapso ecológico, ya que su modelo de pagos por conservación introduce un incentivo económico para mantener los árboles en pie, pero también una forma de justicia ambiental hacia las comunidades que han resistido la presión de la minería ilegal, la ganadería extensiva y la expansión agrícola.

De igual forma, la alianza detrás del fondo tiene una carga política profunda. Brasil, Indonesia, la República Democrática del Congo, Papúa Nueva Guinea, Surinam y Colombia concentran la mayoría de los bosques tropicales del planeta, por eso se unieron para conformar una coalición que busca ejercer poder colectivo en las negociaciones internacionales, frente a los países industrializados que históricamente han financiado los mecanismos climáticos.

De capital semilla a legado global

Los 5.000 millones de dólares anunciados son apenas el comienzo. Este capital semilla busca atraer nuevas inversiones públicas, privadas y filantrópicas para ampliar su alcance y garantizar sostenibilidad a largo plazo, con el objetivo de construir un sistema permanente de incentivos que convierta la conservación en una alternativa rentable y continua.

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El fondo se concibe como una solución escalable, capaz de integrarse con otros mecanismos de pago por resultados y créditos de carbono, aunque su diferencial está en el diseño de gobernanza: transparencia en la distribución de recursos, participación directa de comunidades y control de impacto ambiental medible.

Mauricio Voivodic, director ejecutivo de WWF-Brasil, destacó que el fondo “ya representa un legado definitorio de la COP de Belém, no solo para Brasil, sino para todo el planeta, especialmente para el Sur Global, hogar de los principales bosques tropicales del mundo”. Y es que su lanzamiento inaugura un nuevo instrumento financiero y, al mismo tiempo, un marco político donde los países megadiversos reclaman su papel de protagonistas en la protección del clima.

El TFFF simboliza un cambio de narrativa en la lucha climática: del discurso de pérdida al de corresponsabilidad, puesto que al reconocer que los bosques tropicales generan bienes comunes globales —agua, biodiversidad, regulación climática—, el fondo convierte su protección en un deber compartido.

Mientras tanto, organizaciones como WWF y campañas como Amazon League —conformada por científicos y colectivos ambientales que impulsan una petición global para que los países adopten compromisos más ambiciosos en la COP30 y detengan el colapso de la Amazonía—, buscan mantener la presión pública ante una cumbre que podría definir el bienestar futuro de la Tierra.

Preguntas sobre este artículo:

¿Qué es el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF)?

Es una iniciativa lanzada en Belém con una inversión inicial de 5.000 millones de dólares para recompensar a los países que mantienen sus selvas en pie y proteger más de mil millones de hectáreas de bosques tropicales.

¿Por qué Colombia es clave en el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF)?

Porque pasó de ser beneficiaria de ayudas a convertirse en patrocinadora, aportando recursos y liderazgo político en la protección de la Amazonía y otros ecosistemas tropicales.

¿Por qué el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF) es importante para el planeta?

Porque promueve un nuevo modelo de financiamiento climático que reconoce el valor de los bosques como reguladores del clima y premia a las comunidades que los conservan.

Para más noticias sobre medio ambiente, ciencia y salud, visite la sección Tendencias de EL COLOMBIANO.

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