Con un impresionante crecimiento económico de 3,7% en el primer trimestre de 2025, Antioquia no solo superó su comportamiento de un año atrás, sino que pasó de largo el 2,7% de expansión que promedió la economía colombiana en el arranque de este año.
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Así se desprende del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), del Banco de la República, según el cual el departamento está consolidando una tendencia ascendente en los últimos trimestres. Mientras que en el primer cuarto de 2024 experimentó una leve contracción del 0,3%, para el segundo trimestre de ese año creció 1,1%, luego 3,0% (tercer trimestre de 2024) y posteriormente un 3,3% (cuarto trimestre)
El avance de la economía antioqueña en el primer trimestre de 2025 se cimentó en varios pilares. Uno de los principales fue el consumo privado, que se vio favorecido por la paulatina reducción de las tasas de interés, una notoria mejora en la confianza del consumidor y un mayor poder adquisitivo de los hogares, en medio de tasas de desempleo históricamente bajas.
En ese sentido, hubo un fuerte repunte en la importación de bienes de consumo como vehículos, electrodomésticos y artículos de tecnología. Adicionalmente, el ingreso de remesas alcanzó su nivel más alto para un primer trimestre, impulsando aún más la demanda de los hogares y su capacidad de gasto.
Pero no es todo. El impulso también provino del crecimiento de las exportaciones, especialmente de productos estrella como el oro y el café. Ambos se beneficiaron de los altos precios internacionales, lo que se tradujo en una mayor entrada de divisas y dinamismo para los productores locales.
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Esta semana, coincidiendo con la presentación del Índice Departamental de Competitividad (IDC) 2025, en el que Antioquia fue segundo, algunas voces valoraron el trabajo que se viene haciendo. Por ejemplo, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, destacó el fortalecimiento de los bienes públicos, pero resaltó que “debemos seguir afianzando nuestros esfuerzos en temas de seguridad, mejorar las condiciones de la infraestructura física y digital, garantizar la calidad de los servicios públicos y promover una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral”.
Por su parte, Fredy Pulgarín, vicepresidente de Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Medellín, resaltó los avances en indicadores asociados al sector privado, pero subrayó retos como “fortalecer la conexión con la investigación y la academia para generar valor, desarrollar productos y mejorar la canasta exportadora”.
Dinámica por sector
En todo caso, al poner la lupa a los principales sectores de la economía departamental entre enero y marzo, se observa que la producción industrial experimentó su mayor ritmo de crecimiento en más de dos años, superando incluso el desempeño nacional. Este repunte, con un notable aumento anual del 4,9%, fue impulsado por expectativas de ventas más optimistas, el incremento de la demanda interna y externa, y la necesaria reposición de inventarios.
En el rubro agrícola hubo un crecimiento en el abastecimiento desde los municipios antioqueños, aunque el volumen exportado tuvo una leve caída. La desaceleración en la oferta local se vio afectada por condiciones climáticas mixtas, con bajas precipitaciones en enero y un exceso en febrero y marzo. Sin embargo, la exportación de café, plátano y aguacate creció notablemente, compensando en parte la caída en los envíos de banano a Europa.
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De paso, Antioquia se consolidó como principal exportador nacional de estos productos, beneficiada por condiciones climáticas más favorables para el café y el aguacate, así como por la promoción de este último en mercados internacionales. El crecimiento en la exportación de flores a Estados Unidos también contribuyó positivamente.
Dicho sea de paso, las exportaciones desde estas montañas tuvieron su mayor incremento en tres años, con una variación anual del 34,5%, más de tres veces la observada a nivel nacional. Antioquia representó alrededor del 28,0% del total de despachos desde Colombia –sin incluir petróleo y sus derivados–. El mayor impulso provino del oro, que representó el 41,5% del total y se benefició de precios récord a nivel global, impulsados por la demanda como activo refugio. Países como Emiratos Árabes, Suiza y Canadá aumentaron sus compras.
La importancia del bajo desempleo
Un factor determinante para la buena hora de la economía paisa fue la disminución del desempleo. Para el primer trimestre del año, la tasa de desocupación en Medellín y su Área Metropolitana alcanzó un nuevo mínimo histórico del 7,2%, siendo nuevamente la ciudad con menor incidencia de la desocupación.
Lo anterior se tradujo en la creación de casi 136.000 puestos de trabajo, impulsados principalmente por la administración pública, construcción, servicios de alojamiento y alimentación, e industria.
El informe del Banrep también destacó cómo las ventas reales del comercio minorista en Antioquia continuaron su buen ritmo, con un incremento anual del 14,3%, siendo el segundo departamento con mejor desempeño nacional. Este dinamismo se atribuye a campañas promocionales, la afluencia de turistas (favorecida por eventos en Medellín), la moderación de las tasas de financiación y una temporada escolar más activa.
Así, el panorama del primer trimestre en Antioquia mostró una economía en ascenso, impulsada por el consumo, exportaciones estratégicas y un mercado laboral robusto, lo que la pone a la cabeza del país.
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