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El 28 de agosto de 2003 la entonces gerente de EPM, Edith Cecilia Urrego Herrera, anunció la primera incursión internacional
de la empresa antioqueña en la construcción de centrales de energía.
Se trataba del proyecto hidroeléctrico Bonyic, localizado en la provincia panameña de Bocas del Toro, en límites con Costa Rica, cuyos primeros estudios de factibilidad se habían adelantado 20 años atrás.
La iniciativa fue presentada como “un paso trascendental para la internacionalización de EPM y para su estrategia de crecimiento”, y la inversión estimada se tasó en 51 millones de dólares.
Una semana antes de presentar su renuncia (el 6 de noviembre de 2003), la señora Urrego firmó el acuerdo que le permitió a EPM asumir el control de la sociedad Hidro Ecológica del Teribe (HET), empresa que financiaría, construiría y operaría la central hidroeléctrica de 31,8 megavatios, que debería entrar en operación en el segundo semestre de 2006.
El “heredero” de esa incursión, en 2004, fue Juan Felipe Gaviria, quien recuerda que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ofreció acompañar el proyecto y facilitar su financiación por la “ventanilla privada”.
Según Gaviria, “cuando el rey Tito Santana, de la comunidad indígena Naso Tjer Di, lanzó el primer grito oponiéndose a la ejecución del proyecto, los primeros en salir corriendo fueron los del BID”.
Otros exdirectivos de EPM comentaron que ese manejo no fue fácil y añadieron que desde hace más de doce años la mira de las generadoras de electricidad colombianas ha estado puesta en Centroamérica y la posibilidad que le ofreció Bonyic a EPM fue muy atractiva.
Para octubre de 2004 se logró que la comunidad Naso aprobara la construcción de la obra. “Ese hecho marcó un hito importante para el sector eléctrico panameño, pues fue el primer proyecto hidroeléctrico que se sometió a una costumbre ancestral, y se basó en el derecho de los pueblos indígenas a ser informados de manera clara sobre cualquier proyecto que se proponga realizar en su territorio”, declaró para ese momento Gaviria.
Pero pese al anuncio, durante los años 2005 y 2006, este último en el que debía entrar en operación la central hidroeléctrica, solo sirvieron para surtir trámites legales y ambientales y para perfeccionar el convenio de compensación y beneficios con la comunidad indígena, así que las primeras obras, es decir, las vías de acceso al sitio de la represa, empezaron a ejecutarse solo a finales de 2007.
Otro gerente de EPM que también sorteó con la central Bonyic fue Federico Restrepo Posada, quien admitió las complejidades que afrontó con el proyecto. “En ese país todo fue muy complicado, desde los requerimientos por parte del Gobierno que cada vez cambiaban más, y las exigencias ambientales y de las comunidades”.
El pasado miércoles cuando el gerente de EPM, Juan Esteban Calle, informó que se encendió la primera unidad de generación de Bonyic, reconoció que durante la ejecución del proyecto se presentaron múltiples inconvenientes.
Entre las dificultades mencionó “las crecientes torrenciales que afectaron de manera significativa el área donde inicialmente se tenía previsto asentar la casa de máquinas y por lo que fue necesario modificar el diseño del proyecto de una casa de máquinas superficial a una subterránea”.
Además, los túneles de conducción y de descarga registraron una geología de una calidad inferior a la prevista en las exploraciones o estudios iniciales, obligando a unos diseños más robustos para garantizar la estabilidad de los mismos.
“El costo total de la inversión, incluyendo los costos financieros, alcanzó los 314 millones de dólares”, indicó EPM en un comunicado, con lo que la cifra fue seis veces mayor a la estimada en 2003.
Para el ingeniero Luis Fernando Múnera López, aunque es una buena noticia que Bonyic haya entrado en operación beneficiando a Panamá con una energía limpia y aparentemente más barata, es necesario tener presente que el proyecto que se pensó tendría un costo de 1.700 dólares por kilovatio instalado terminó costando 9.874 dólares por kilovatio instalado, o sea casi seis veces más que el presupuesto inicial.
Sobre el costo del kilovatio instalado en el proyecto Hidrotuango, actualmente en construcción por EPM, Múnera señaló que según datos de comienzos del 2014 era de 1.500 dólares por kilovatio, aproximadamente.
“¿Quién y cómo cubre los sobrecostos del proyecto? ¿Lo harán los consumidores de energía en Panamá, vía tarifas más altas para esta energía? O ¿lo hará el balance de EPM en su casa matriz, que deberá destinar recursos para subsidiar la operación y el pago de esta central?”, fueron algunos de los interrogantes planteados por Múnera.
El exgerente Gaviria afirmó que pese al mayor valor de la central, esta sigue siendo un buen negocio para EPM, dado el costo de la energía en Panamá, donde la generación depende en un alto porcentaje de combustibles fósiles.
Por su parte, el exgerente Restrepo también coincidió en señalar que, durante su gestión, las veces que se planteó esa inquietud se encontró que el proyecto era viable, dadas las condiciones tarifarias panameñas.
Finalmente, Calle Restrepo destacó que Bonyic tiene contratos firmados de suministros de energía eléctrica a quince años con empresas distribuidoras panameñas y contribuirá a disminuir las tarifas del servicio en ese país.
empleos llegó a generar en
el punto más alto, la construcción de la central.
CRONOLOGÍA
LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA BONYIC SE REMONTA A LOS AÑOS 80
1980-1990
En los años 80 la entonces entidad panameña conocida como el Irhe inició los estudios de factibilidad para la realización de proyectos hidroeléctricos en la Provincia de Bocas del Toro.
1997
Otra entidad, Hidroecológica del Teribe, realizó un diseño para la construcción y operación de una central sobre la quebrada Bonyic, cuyo alcance se limitó al ámbito de prefactibilidad.
2003
Se inicia la búsqueda de inversionistas para el proyecto y es así como EPM ingresa como accionista mayoritario de Hidroecológica y comienza un proceso para optimizar la futura central.
2007-2008
Arrancan las obras y EPM autoriza capitalizaciones por US$38,26 millones, así como el otorgamiento de un crédito por US$52 millones para que Hidroecológica del Teribe adelante obras.
2014
La primera turbina para la generación de energía hidráulica entró en operación en enero. La central cuenta con una línea de transmisión de aproximadamente 9,7 kilómetros de longitud.