Las plenarias de Cámara de Representantes y de Senado aprobaron anoche el ajustado Presupuesto General de la Nación para 2016 por un monto global de 215,9 billones de pesos, es decir, unos 300 mil millones menos que el avalado un año atrás.
La disminución se explica por la caída de las rentas provenientes del petróleo que en 2013 llegaron a ser 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). “Para el año entrante eso no estará presente, por eso podemos decir que este es el presupuesto del post-boom petrolero, que ya no tiene en cuenta esos ingresos”, explicó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría.
El articulado aprobado, que pasa a sanción presidencial, contempla una reducción de 2,7 billones de pesos en los gastos de funcionamiento para aumentar en 1,7 billones la inversión en cuatro frentes: educación y agricultura tendrán 750 mil millones, otros 150 mil millones se dirigirán a salud y 50 mil millones adicionales a Colciencias (ciencia y tecnología).
También se redujo 400 mil millones de pesos más en el servicio de la deuda.
Además se creará una reserva por un billón de pesos. Su ejecución estará condicionada a que se cumpla la meta de ingresos. Además todos los sectores oficiales deberán identificar partidas equivalentes al 1 por ciento, cuya ejecución será condicionada a la misma meta
de recaudo.
El mayor rubro de inversión será en educación, con un total de 31,8 billones, es decir, 3,7 por ciento del PIB.
Las críticas se hicieron sentir por parte de parlamentarios del Centro Democrático, Alianza Verde y Polo Democrático al cuestionar los montos asignados a temas como justicia, la Fiscalía General de la Nación. Con ayuda de sus mayorías en ambas corporaciones, el Gobierno no dejó prosperar varias proposiciones.