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El director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Juan Daniel Oviedo, fue enfático en señalar que desde que esta entidad lleva los datos del crecimiento económico (1970) nunca se había observado un desempeño del indicador tan bajo como el reportado para el periodo abril-junio de 2020, cuando la variación fue de un -15,7 %.
El funcionario explicó que la dinámica del aparato productivo estuvo influenciada por la declaración de la emergencia sanitaria y el aislamiento preventivo obligatorio, lo que obligó al cierre de todas las fronteras terrestres, marítimas y fluviales del país, y solo 34 actividades estuvieron exentas como el comercio de elementos de primera necesidad, los servicios de salud y financieros, el sector agropecuario, las entidades del sector público, telecomunicaciones, entre otros.
El desplome estuvo encabezado por el sector de actividades artísticas, entretenimiento y recreación que se contrajo un 37,1 %, el comercio (incluido transporte, hotelería y restaurantes) que cayó un 34,3 %, la construcción que observó una variación también negativa de 31,7 % y la industria que reportó una contracción de -25,4 %. En contraste, las actividades agropecuarias (0,1 %) y los sectores financiero (1 %) e inmobiliario (2 %) reportaron desempeños positivos (ver gráfico).
Para Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, los números estuvieron en línea con las expectativas del mercado. “Es una profunda contracción, la más grande del país en nuestra historia económica moderna. Lo único positivo es la tendencia mensual, que muestra una lenta recuperación: abril -20,1 %, en mayo un -16,2 % y en junio -11,1 %, lo que indicaría que la economía tocó fondo en el mes de abril, cuando se tuvieron las medidas de cuarentena y restricciones a la actividad económica más estrictas”, explicó.
Desde la presidencia de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, sostuvo que la estrategia para contener los efectos de la pandemia en la economía no está funcionando. “Estamos en el peor de los dos mundos. Por un lado altos índices de contagio y por el otro empobreciendo al sector productivo y acabando con la economía y el empleo. Es momento de un timonazo al manejo de la crisis. Hay que acelerar la reapertura, pues las cuarentenas están demostrando que nos llevan al fracaso”, declaró el dirigente.
A su turno, Rosmery Quintero, presidente de Acopi, estimó que es tiempo de afinar las estrategias para impulsar la reapertura y la recuperación. “Proponemos focalizarnos en el comercio intrarregional a través de los clúster que están consolidados en algunos departamentos. Igualmente, activar la demanda con más gasto público y dinamizar la formalización empresarial y laboral”.
Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, dijo que el repunte económico estará liderado por la apertura más extendida de los sectores económicos, el retorno de algunas personas a la ocupación en el mercado laboral y la recuperación de la producción .