viernes
7 y 9
7 y 9
Ya es un hecho que 2020 será un año de recesión tanto para la economía colombiana como para la economía mundial, incluso se habla de que se verán las peores cifras de la historia en términos de caída del producto interno bruto, específicamente centradas en el segundo trimestre, teniendo en cuenta la fecha de llegada del virus a Colombia. Sin embargo, los expertos también han acogido otro concepto de relevancia a partir de esta realidad y es el de recuperación.
En el caso colombiano, el más reciente informe de política monetaria del Banco de la República señaló que este proceso aún se mueve en un manto de incertidumbre. Para el emisor, este depende de la duración de la pandemia y de si habrá o no más olas de contagio en el país. De todos modos, apuntó a que esta senda de retorno iniciaría en el segundo semestre del año.
Durante la socialización de dicho informe, el gerente general de Banrep, Juan José Echavarría, detalló que “los mejores pronósticos hablan de una senda que empieza a mejorar con números negativos en el tercer y cuarto trimestre del año”.
Esto se debe a que en el segundo trimestre, los cálculos autodenominados artesanales del Banco de la República mostrarían que el retroceso del producto interno bruto que se vería para estos meses sería superior a 10 %, incluso llegando a 18 % en escenarios pesimistas.
Luis Fernando Mejía, desde el centro de estudios económicos Fedesarrollo, afirmó que en esta organización también se espera una reconstrucción de la economía después de junio, dependiendo del relajamiento de las medidas de aislamiento, como se ha venido dando ya con los sectores de construcción, industria y algunas partes del comercio.
No obstante, agregó que “incluso con la reapertura plena de la economía, no se va a volver al nivel de actividad económica antes del choque, porque la gente va a estar todavía con prevención para comprar algunos bienes y servicio, como la asistencia a actividades de entretenimiento”.
Además de los factores propios de la pandemia, el emisor también destacó que un retorno al crecimiento dependerá de “la capacidad fiscal para enfrentar la crisis; la flexibilidad de los mercados laborales y el tamaño de su deterioro; la salud y la capacidad de los sistemas financieros para otorgar crédito; el acceso a fuentes de financiamiento externo y los flujos de capitales, entre otros”.
Por otra parte, se apunta a sectores como los de alojamiento como los más afectados. Para las estimaciones más recientes de Fedesarrollo, este año solo verán cifras positivas los relacionados con información y comunicaciones, asuntos agropecuarios, actividades profesionales, científicas y técnicas y los de administración pública y defensa.
Esta incertidumbre de la que se habla en la entrega de pronósticos, la define el gerente técnico del Banco de la República, Hernando Vargas, de la siguiente manera: “Tengo una situación de riesgo cuando puedo asignar unas probabilidades, tengo una incertidumbre si no puedo”, aclarando que actualmente no se trata de una situación de riesgo.
Frente al contexto actual, el presidente manifestó que “las medidas drásticas de aislamiento social son costosas en lo económico y en lo social. La premisa es proteger la vida y salud pero ir permitiendo una recuperación de la vida productiva con protocolos porque como no hay vacuna prevemos que esto se puede alargar un año o año y medio y tenemos que prepararnos y adaptarnos y esto parte de la base de recuperar la vida productiva con protocolos y rigor y seguir salvando vidas”.
Entidades como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han mostrado al próximo año con cifras positivas. Para el caso del primer organismo, se prevé que la senda de crecimiento será de 3,7 % y por parte del Banco Mundial se planteó en 3,4 %, ambos también haciendo la salvedad de la imprevisibilidad propia del escenario en el que nos encontramos