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Una fintech que desarrolló un modelo de scoring (sistema automático de ayuda a la toma de decisiones crediticias) para entregar préstamos a pequeños productores y microempresarios del campo y una plataforma tecnológica que, con inteligencia de datos, ofrece soluciones para que las personas que se identifican como mujeres puedan ingresar al sistema financiero, hacen parte de los diez emprendimientos ganadores de la primera versión del programa de aceleración de negocios Start Path Empodera de Mastercard y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Este programa, que entregará a las ganadoras recursos no reembolsables hasta por 35.000 dólares -15.000 dólares van para inversión en esfuerzos de inclusión y empoderamiento de las mujeres-, busca acelerar emprendimientos de tecnología con alto potencial de crecimiento, en un sector que ha tenido históricamente poca participación femenina a nivel global.
¿Qué sigue?
Según Kiki Del Valle, vicepresidente Ejecutiva de Desarrollo de Mercados para América Latina de Mastercard, la convocatoria para la primera versión del programa estuvo abierta durante mes y medio y recibieron 779 postulaciones. Tras una competencia de pitch el jurado escogió los diez emprendimientos colombianos con mayor potencial de crecimiento: Clever Finance, Elenas, Imix, IncluirTec, Liquitech, Lumon, Mipaquete.com, Ualet, Vaki y Velara.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Masayo García, directora de Desarrollo de Sector Público para la Región Andina de Mastercard, explicó que ahora lo que sigue para los emprendimientos ganadores es un diagnóstico especializado de cada uno de ellos y un acompañamiento por parte de aliados en tecnología y en empoderamiento femenino.
“Vamos a tener un proceso de acompañamiento por cuatro meses, en el que se designará una persona que les ayudará a hacer los seguimientos. Durante el proceso les ofreceremos, con nuestros aliados en tecnología, posibilidades para escalar desde ese frente tecnológico. También tendremos consultores, analistas y mentores de alto nivel para que tengan ese acceso a conocimientos y metodologías que tengan que ver con la parte más especializada de cada negocio. Finalmente, vamos a tener un acompañamiento desde la inclusión femenina, de cómo podemos apalancarlas, cómo podemos ayudarlas a superar un poco ese miedo, que en algunos casos vemos, para que cuando se enfrenten a potenciales clientes e inversionistas estén sólidas y preparadas”, explicó García.
Más inclusión en el sector
Históricamente, las carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) han tenido, particularmente, poca participación femenina y han sido áreas y trabajos realizados por hombres. Según el reciente estudio “El futuro de la tecnología: inclusión femenina. Una mirada a la representación femenina en el sector de tecnología en América Latina”, realizado por Laboratoria, organización que forma mujeres que deseen aprender y trabajar en tecnología, y el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab), a nivel global, apenas el 25 % de quienes trabajan en el sector de tecnologías de información y comunicación son mujeres. Asimismo, en el ámbito de la ciencia y las matemáticas, tanto en la educación superior como en el ejercicio de la profesión, ellas representan apenas un 30 % del total.
Para Maribel Castillo Caicedo, directora del Programa de Economía de la Universidad Javeriana de Cali, una de las primeras dificultades para que cada vez haya más emprendimientos de mujeres en el sector tecnológico tiene que ver con la poca elección de estas por carreras STEM: “Este aspecto limita la oferta de profesionales con capacidades técnicas y tecnológicas en dichos campos. Por otro lado, está la imposibilidad de acceder a oportunidades iguales a las de los hombres por la excesiva carga de cuidado que tienen que asumir en los hogares, limitando el tiempo que requiere este tipo de emprendimientos”, expresó Castillo.
Por su parte, para García, entre los principales obstáculos que las mujeres enfrentan para incursionar en el sector tecnológico está el acceso al crédito, ya que, según cifras del BID, en América Latina y el Caribe solo el 1 % de las mujeres emprendedoras tienen acceso a ángeles inversionistas, capital semilla y fondos de capital de riesgo, las tres fuentes de financiación que pueden permitir que una idea empresarial se logre ejecutar. En contraste, un 7 % de los hombres sí consiguen este tipo de capital.
“Hay una visión de los inversionistas de entidades financieras y es que en el momento de entregar un crédito hacen una diferenciación importante entre hombres y mujeres y es increíble estar diciendo esto en este punto de la vida, pero estamos viendo que existen unas creencias de que siempre te va a ir mejor cuando inviertes en hombres que cuando inviertes en mujeres. Hay que ampliar esa mirada de inversionistas para que cada vez más mujeres tengan entradas”, apuntó García.
Según el estudio realizado por Laboratoria y el BID, en el sector de tecnologías de la información y comunicación (TIC), de cada cuatro profesionales solo una es mujer y una de cada cinco se desempeña en puestos técnicos en el mundo. Asimismo, las profesionales de ciencia, tecnología y computación representan en promedio menos del 30 % del total.
Eliminar las barreras
Las dificultades que tienen las mujeres al emprender en la industria tecnológica requieren ser atendidas desde varias perspectivas. Según Laboratoria y el BID son fundamentales atender las limitaciones educativas de la región, la socialización de estereotipos de género, la arraigada inequidad en el reparto de las actividades domésticas, así como las expresiones de discriminación laboral y la falta de acciones contundentes con enfoque de género en el ambiente laboral.
Para eliminar estas barreras, según Laboratoria y el BID, es necesario reconocerlas y, a partir de ello, trabajar en iniciativas concretas como comprometerse con la diversidad e inclusión, colaborar y formar alianzas para que más mujeres se formen en tecnología, asegurar procesos de contratación inclusivos y libres de sesgos, generar marcos de trabajo incluyentes que impulsen el desarrollo profesional y crecimiento de todas las personas, y usar y recabar con perspectiva de género que permitan convertirlos en acciones, ya que, de acuerdo con ONU Mujeres, la falta de participación femenina en la innovación tecnológica provocará la pérdida de billones de dólares en la economía mundial.
Por su parte, entre las recomendaciones que García les da a las mujeres que están emprendiendo o quieren emprender en inclusión financiera y tecnológica está “creerse el cuento”: “Es muy importante que como mujeres afiancemos nuestras capacidades técnicas, nuestros conocimientos y la confianza en nosotras mismas, para que no esperemos a tener todo resuelto para lanzarnos a posiciones más altas de liderazgo, para conseguir inversionistas o comenzar a incursionar en el mercado”., puntualizó