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La firma de consultoría PriceWaterhouseCoopers (PwC) le preguntó a 5.000 líderes empresariales en el mundo sobre sus expectativas de empleo, inversiones y preocupaciones durante el año en curso. De ese grupo, 82 fueron CEO de compañías colombianas, quienes en su mayoría (88 %) consideraron que el porvenir será mejor.
No obstante, para los ejecutivos nacionales también hay varios retos a la vista: “Por ejemplo, la inestabilidad social (96 % de los encuestados), seguida por un crecimiento económico incierto (94 %), aumento de carga tributaria (94 %), incertidumbre tributaria (90 %) e incertidumbre política (89 %)”, reseña la consultora.
Igualmente, halló una predisposición por impulsar los canales digitales. Así, 93 % de los consultados en el territorio nacional prevé incrementar sus inversiones en proyectos relacionados con ese aspecto, algo para lo cual los efectos de la pandemia han resultado decisivos.
Así las cosas, Carlos Mario Lafaurie, presidente de PwC para Colombia, dice que en general las compañías ven un buen panorama para crear empleo y tienen claro que el futuro es capacitar e innovar, pero aún así están pensativas sobre los cambios fiscales teniendo en cuenta que son decisivos para sus negocios, aun cuando la Andi y el Consejo Gremial mostraron disposición para que el empresariado asuma buena parte de la reforma que se avecina.
En entrevista con EL COLOMBIANO, Lafaurie se refiere a los hallazgos más importantes sobre las opiniones de los CEO del país, tras el estudio que PwC adelantó entre enero y febrero pasados.
¿Qué lecciones dejó la pandemia a los líderes empresariales colombianos?
“Hay varios frentes. La primera lección es que lo digital es una gran prioridad. Desde el punto de vista de inversiones, ese aspecto, unido a la innovación y a esfuerzos para crear empleo y capacitar, son elementos que ocupan el primer lugar. De la mano de eso va la creación de mecanismos que apunten a dar eficiencia en la estructura de costos y también está presente la inversión en herramientas tecnológicas de ciberseguridad. De otro lado, cuando observamos las grandes preocupaciones, todas tienen que ver con temas de crecimiento económico, inestabiliad y populismo, pero ya la pandemia y otras crisis de salud ocupan el primer lugar con un porcentaje que no tenía antecedentes (52 % en el mundo)”.
¿Qué tan factible es esa inversión en lo digital?
“Algunas compañías pudieron responder a la pandemia y seguir funcionando gracias a la tecnología, particularmente las que realizan oficios que permiten trabajar desde la casa. Cuando uno mira lo que tiene que ver con comercio, la digitalización sirve como alternativa para atender mejor a los clientes. En frentes como la educación es más complejo porque hay un rezago importante. Igualmente, es indispensable avanzar en la capacitación de personas para que puedan contar con habilidades digitales en su trabajo, pues la idea no es que pierdan su empleo, sino que cuenten con herramientas porque van a surgir nuevas actividades”.
En el tema de preocupaciones, ¿qué tan diferentes son las de los CEO colombianos frente a las de sus pares de otros países?
“Esta encuesta se hizo entre el 5 de enero y el 12 de febrero de este año y a pesar de que en Colombia no estábamos con el paro, que arrancó con vigor el 28 de abril, la inestabilidad social ya ocupaba el primer lugar con un 96 % de los CEO. Cuando uno mira, se da cuenta que lo que pasó desde el 28 de abril no solo fue por la reforma tributaria, sino que venía de atrás, porque cuando hay un país donde la pobreza y la desigualdad crecen, es natural que se generen estas preocupaciones, A nivel Latinoamérica, el 86 % de los líderes se preocupan por la inestabilidad social y en el ámbito mundial es el 71 %. Un punto que me llama la atención es que en la lista de 20 amenazas que se veían a nivel global para el año pasado, la desinformación aparecía en el número 20, y cuando vamos a 2021 ya pasó a la casilla nueve, saltando de 16 % a 28 %. Estar bien informado tiene un papel tremendo para tomar decisiones”.
¿Qué perspectivas tienen las empresas colombianas frente a los cambios fiscales?
“En la parte colombiana del estudio hay una pregunta que dice ‘¿Qué tan preocupado está usted, si es que lo está, por el aumento de la carga tributaria?’ y el 94 % dijo estarlo; el año pasado era 84 %, el antepasado 87 % y en el 2018 el 96 %. Es otra inquietud en Colombia porque tenemos reformas de esta clase casi todos los años, y son para subir los impuestos. Allí hay factores como una incertidumbre tributaria debido a que los cambios frecuentes hacen que los negocios no se puedan planificar de forma apropiada desde la estructura de costos y gastos y el flujo de caja”.
¿Y sobre la generación de empleo?
“Hay una expectativa alta, en los próximos doce meses menos de la mitad de los CEO encuestados considera que va a haber aumentos y en Colombia alrededor de 49 % piensa que sí habrá. Pero viéndolo de aquí a tres años hay una pendiente bien pronunciada de la curva y para el país, 77 % dice que se incrementarán las contrataciones, algo evidente teniendo en cuenta que en Latinoamérica se han perdieron 34 millones de puestos de trabajo. Es mucha gente”.
¿De qué dependerá que se cumplan esas expectativas?
“Hay que tener varias cosas en el radar. La crisis que vivimos no es como la de las hipotecas o la del sector financiero, esta fue inducida, se cerró la economía para proteger la salud y se paró el consumo. Cuando se vuelve a encender, todos los ramos se mueven y eso trae un efecto positivo, por ello los indicadores de expectativa de crecimiento de la Ocde, el FMI o el Banco Mundial, que dice que Colombia le apunta a un 5,9 % este año, nos ponen muy cerca de los niveles de 2019. Son grandes agregados pero también hay que ver qué pasará con las calificadoras y cómo impacta eso en la expansión de la economía, y además cómo sigue la inflación, que en mayo pasó el 3 % anual. Todo eso tendrá un rol importante”.
¿Qué otras reflexiones hace?
“No hemos sido capaces de abordar el tema tributario de una manera seria. Ver que en el país hacemos reformas, en promedio, cada año y medio, no está bien, es un pésimo mensaje que crea inseguridad y desconfianza. Los impuestos son una herramienta para financiar el funcionamiento del Estado, que a su vez tiene unos cometidos que se llevan a cabo en beneficio de la comunidad y deben ser financiados y se atienden, en su mayor parte, con tributos. Debe haber una gran discusión entre la academia, Gobierno, empresarios y sociedad en general para construir algo que tenga vocación de permanencia y suficiencia para que Colombia pueda llevar a cabo tantas tareas pendientes y tener un sistema tributario progresivo, como exige nuestra Constitución”