En pleno corazón de San Javier, comuna 13 de Medellín, está el restaurante Mi Palenque, que no solo logró mantenerse en medio de la pandemia, sino que se expandió.
Opera desde hace cinco años, cuando inició en un pequeño local de 27 metros cuadrados, en donde ya no daba abasto para atender a tanto comensal antojado del sabor autóctono del pacífico.
Jadinson Martínez, más conocido como ‘Carmelo’, fue el fundador de esta sucursal chocoana en el barrio del famoso Grafitour.
Una vez supo que se había ordenado un confinamiento estricto, pensó que el volumen de las ventas mermaría. Inclusive, temía por su empresa; esa misma que echó a andar con un préstamo de $19 millones y decoró con los retratos de grandes personalidades afrodescendientes, pintados con sus propias manos.
Fue una locura
Después de habilitar el servicio a domicilio, sus mesas estaban ociosas, pero en la cocina, sus ocho colaboradores lo daban todo para responder a los clientes remotos.
No paraban los pedidos de pargo, sierra, tilapia, dorada, cachama y doncella. “Yo creo que las ventas crecieron un 30%”, comentó “Carmelo”.
Inclusive, los transeúntes del corredor central en San Javier se sorprendieron cuando atestiguaron el crecimiento del negocio.
Ya no son 27 metros cuadrados, ahora es una casona de dos plantas finamente ornamentada y, aun así, se siguen formando filas los fines de semana: no alcanzan los comedores y sus ya 18 colaboradores se ven rebasados por los visitantes.