El año pasado hubo una fuerte reducción de viajeros paisas hacia Santa Marta, dice un estudio de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo, ALTA. Es que esta fue la ruta doméstica que más decreció en Colombia, en comparación con 2022, con 712.000 sillas menos y 474.000 viajeros que dejaron de volar.
Según el reporte, Medellín fue la ciudad más castigada el año pasado, pues en segundo y tercer lugar de las rutas para las que más bajó la oferta de sillas estuvieron las que conectan estas montañas con Cartagena y San Andrés, lo que evidenció menos posibilidades para que los antioqueños disfrutaran destinos de playa.
En efecto, con la quiebra de la otrora aerolínea de bajo costo Viva, los tiquetes desde y hacia Medellín se pusieron por las nubes y los trayectos hacia Santa Marta o San Andrés se vieron gravemente afectados porque esa low cost tenía una participación de 43,2% y 63,7%, respectivamente, según la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
En su momento, un análisis del buscador de vuelos Kayak identificó que la capital paisa fue el destino que más encareció por la quiebra de Viva, con pasajes 21% más costosos, en promedio. Hacia Santa Marta aumentaron 7%, y a Cartagena 4%, por ejemplo.
Si bien los precios varían dependiendo de varios factores, hoy, un tiquete entre Medellín y Santa Marta para viajar al inicio de Semana Santa –temporada alta– va desde $552.000 en Avianca, hasta los $354.000 en la low cost Wingo.
Lupa a rutas hacia Quibdó
A la par que se conocieron estos datos, esta semana una polémica envolvió a las aerolíneas que prestan sus servicios hacia Quibdó, pues usuarios denunciaron fuertes incrementos en los precios luego del derrumbe ocurrido el pasado viernes cerca de El Carmen de Atrato, en el que murieron 39 personas.
Por ejemplo, habitantes del Chocó alertaron el cobro de más de 600.000 pesos por un solo trayecto Quibdó - Medellín, de un vuelo que, generalmente, dura 30 minutos, y apuntaron contra la aerolínea estatal Satena y contra Clic.
Al respecto, Satena defendió que, por el contrario, decidió reducir sus tarifas manteniendo precios entre $181.150 y $448.900, y que de igual manera habilitará dos vuelos adicionales entre Medellín y Quibdó.
Los hechos provocaron que hasta el presidente, Gustavo Petro, se pronunciara y pidiera a la Aerocivil investigar las empresas de aviación “que elevaron precio de tiquetes aprovechando la tragedia. No se debe establecer negocios sobre la sangre”.
Así, la Aerocivil comunicó que realiza un monitoreo permanente a los precios de los tiquetes desde y hacia la capital chocoana. Aseguró que Clic y Satena están dispuestos a aumentar el número de vuelos si la demanda crece, y que los pasajes para los próximos días se pueden conseguir desde los $205.000, partiendo desde Bogotá o Medellín.
Así le fue al país
Pero retomando las cifras de ALTA, basadas en la plataforma Amadeus, se conoció que en 2023 el número de pasajeros en rutas domésticas en Colombia ascendió a 29,7 millones, casi el triple de los 10,7 millones en 2009; en el mismo sentido, el tráfico internacional creció de 5,6 millones a 19,8 millones. Con esto, se movieron un total de 49,5 millones de personas.
“Colombia es el tercer mayor mercado aéreo de Latinoamérica, después de México y Brasil, y estamos seguros de que con las políticas públicas acertadas podrá seguir creciendo y generando beneficios económicos y sociales”, dijo al respecto José Ricardo Botelho, director ejecutivo y CEO de ALTA.
“Medidas que fomenten el crecimiento del transporte aéreo terminan impulsando una amplia cadena de valor que genera inversiones, ingresos públicos, puestos de trabajo y bienestar en el país. La reducción del IVA es solo una de las medidas por las que abogamos pues estamos convencidos de su gran impacto en el bienestar de los colombianos”, agregó.