Medellín cuenta con varias características destacables que son bien vistas ante los ojos de los conocidos nómadas digitales. La capital es catalogada como la número 14 entre las mejores ciudades para estos trabajadores itinerantes en el ranking global de Nomad Magazine.
La cuestión es que Medellín y Colombia se han convertido en destinos cada vez más atractivos para estos profesionales extranjeros que, sin establecer vínculos laborales con empleadores locales, residen temporalmente en el país mientras trabajan de forma remota para compañías del exterior.
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Solo para tener una idea de esa realidad, se estima que cada mes la capital paisa recibe a 8.000 nómadas digitales de diversos países. Personas que en su mayor parte se ubican entre los 28 y 40 años, y que provienen principalmente de ciudades como Nueva York, Londres, Berlín, Toronto y Sídney, donde el alto costo de vida y la flexibilidad laboral impulsan la búsqueda de destinos más asequibles.
Suelen trabajar en sectores como tecnología (desarrolladores, diseñadores UX/UI), marketing digital, redacción de contenido, consultoría y atención al cliente remoto. Estas profesiones permiten una independencia geográfica total, lo que favorece el estilo de vida nómada.
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¿Cuánto gastan?
No se puede dejar de lado que dinamizan la economía de las ciudades del mundo. Algunos expertos consideran que los nómadas digitales pueden gastar en su estadía entre 1.000 y 3.000 dólares —es decir, entre 4,06 millones y 12,2 millones de pesos colombianos con la actual tasa de cambio—.
Algunos estudios sugieren que pueden gastar hasta 15 veces más frente a un turista extranjero promedio. Eso porque suelen contar con buenos salarios y su estadía es mucho más larga.
Las fortalezas de Medellín
Entre las fortalezas que hacen a la ciudad atractiva para estos trabajadores digitales, se destaca que cuenta con una buena oferta de espacios de coworking, internet de alta velocidad, una comunidad creciente de trabajadores remotos y múltiples cafés que funcionan como oficinas improvisadas.
Incluso, se destaca que el sistema de transporte público, que incluye metro, tranvía y cable, facilita la movilidad y mejora la calidad de vida urbana frente a otros destinos de Colombia y América Latina.
Ana María Valdivieso, socia de la firma de abogados Serrano Martínez CMA e integrante del área de Derecho Laboral, Seguridad Social y Migratorio, destacó que Medellín puede tener un costo de vida más alto frente a otras ciudades de Colombia, pero no para los nómadas, ya que resulta más económica para el bolsillo extranjero frente a otras ciudades del mundo.
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“Hay una gran infraestructura, buena conectividad y algo que es importante resaltar también es el uso horario, entonces es muy conveniente la zona horaria para las personas que trabajan con Norteamérica o con Europa, lo que les facilita su trabajo”, mencionó la jurista.
Una ventaja frente a las ciudades tailandesas que también son muy visitadas por trabajadores itinerantes, pero guardan distancias horarias mucho más pronunciadas frente a Estados Unidos.
El trabajo transnacional
Para Valdivieso, el tema de los nómadas es solo una cara de la moneda sobre las transformaciones que están sufriendo los sistemas laborales en el mundo.
La digitalización del trabajo y la creciente movilidad internacional han transformado el panorama laboral en Colombia.
Más allá de los tradicionales esquemas de expatriación o traslados corporativos, hoy es común que profesionales presten sus servicios de forma remota desde cualquier lugar del mundo, para empleadores ubicados en distintas jurisdicciones.
Este nuevo modelo rompe con las estructuras clásicas del empleo y plantea retos significativos en materia laboral, migratoria, tributaria y de seguridad social.
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El eje ya no es la ubicación física del trabajador, sino la conectividad digital, lo cual genera incertidumbres jurídicas sobre qué legislación resulta aplicable, cómo se deben realizar las cotizaciones al sistema de seguridad social, quién es responsable de la gestión de riesgos laborales y cómo evitar situaciones de doble tributación.
En este contexto, Colombia enfrenta el desafío de adaptar su normativa a una realidad en la que el trabajo transnacional ya no es la excepción, sino parte integral del ecosistema laboral moderno.
La contratación de talento colombiano en el extranjero ha ido creciendo.
El reporte global de la plataforma Deel reveló que en 2024, la contratación de colombianos por empresas extranjeras aumentó en un 55 %. Con este crecimiento, Colombia se posicionó como el segundo país de Latinoamérica con más profesionales vinculados a compañías internacionales, superado únicamente por Chile.
El mismo informe revela que las empresas colombianas también están contratando talento internacional. En 2024, creció un 22 % el número de compañías nacionales que contratan personal en el exterior.
Trabajo remoto desde Colombia para el mundo
Hoy, muchos de estos trabajadores residen en el país, pero prestan sus servicios de manera remota para empleadores extranjeros que no tienen presencia legal en Colombia.
En consecuencia —explicó Ana María Valdivieso—, su vinculación laboral suele gestionarse mediante contratos de prestación de servicios como trabajadores independientes, o a través de plataformas intermediarias conocidas como employer of record (EOR), que facilitan la contratación global sin necesidad de constituir una entidad local.
Regulación de este trabajo
La recién aprobada reforma laboral fue un avance importante para los teletrabajadores transnacionales.
Así lo explicó la abogada Valdivieso, ya que con la nueva reforma en Colombia, la figura del trabajo transnacional se regula por primera vez de manera formal: se le reconoce legalmente, se le define con claridad y se establecen pautas específicas para su funcionamiento.
“Esto marca un avance importante en el marco normativo del trabajo a distancia con impacto internacional.”
Actualmente, las ARL tienen coberturas muy limitadas tanto en tiempo (usualmente seis meses) como en alcance. Además, solo cubren al trabajador si fue enviado al exterior por decisión del empleador, lo cual no aplica para el teletrabajo transnacional.
Para solucionar esto, la reforma permite que las ARL contraten pólizas de seguros internacionales que cubran estas contingencias, siendo este un costo que asumiría el empleador.
Por esa razón, los expertos consideran que lo aprobado por el Congreso beneficiará este tipo de contratación y traería mayores réditos para la economía.