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La junta directiva del Banco de la República decidió hoy elevar su tasa de intervención a 10%, en línea con el incremento que esperaba el mercado.
En la reunión encabezada por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, la junta justificó su determinación señalando que la inflación total en agosto se situó en 10,8% por encima del 9,9% anual esperado por el equipo técnico. La inflación básica (sin alimentos ni regulados) mantuvo una tendencia creciente superior a la estimada, y alcanzó el 6,9% anual en dicho mes.
Además, se mencionó que las expectativas de inflación de mediano plazo aumentaron y se situaron lejos de la meta de 3%. En el caso de los analistas económicos, la encuesta del Banco de la República mostró que entre agosto y septiembre la expectativa de inflación para el final de 2023 pasó de 5,5% a 6,3%, según la mediana de la muestra.
El banco también señaló que el ritmo de actividad económica se mantuvo dinámico en el segundo trimestre. Sobre esta base el equipo técnico aumentó el pronóstico de crecimiento del PIB para 2022 de 6,9% a 7,8%.
En el comunicado oficial se anotó que para los próximos meses hay señales de desaceleración en la actividad productiva. El equipo técnico revisó su pronóstico de crecimiento para 2023 de 1,1% a 0,7%.
“La política monetaria de los países desarrollados se ha tornado más contractiva de lo previsto, lo cual se ha reflejado en un deterioro de las condiciones financieras internacionales y en una significativa depreciación del peso y de otras monedas. Los temores de una recesión global han aumentado induciendo reducciones en el precio de las materias primas”, se lee en el texto.
Mediante la decisión adoptada en su sesión de hoy, la junta directiva continúa con el proceso de ajuste de la política monetaria que en el mediano plazo conduzca la inflación a su meta de 3%. Para ello adoptará las decisiones que considere necesarias con base en la nueva información disponible.
Seis directores votaron a favor de esta decisión y un miembro de la junta votó por un incremento de 50 puntos básicos.
La tasa de 10% fijada por el Emisor se transmitirá próximamente a las tasas de interés que el sistema financiero cobra por los préstamos a sus clientes, es decir que en los meses siguientes endeudarse será más costoso.
En julio, se decidió de forma dividida realizar un incremento en 150 puntos básicos (de 7,5% a 9%) , el cual estuvo respaldado en una alta inflación y el exceso en la demanda interna.
En ese contexto, los analistas económicos del banco Itaú explicaron que en la última encuesta mensual de analistas del Banco de la República, la inflación esperada para fin de año subió al 11,33%, en relación con la depreciación del peso, el aumento en los precios de los alimentos y los posibles cambios en el subsidio de los combustibles.