A Nicanor Restrepo Santamaría no le resultó fácil hallar su lugar en este mundo.
Quiso ser pescador raso y vivir filosofando bajo la sombra de las palmeras tropicales. Le sedujo la idea de ser bombero. Escribió malos cuentos en la universidad, donde capó clases para irse de parranda. Le faltó decisión para ser poeta y dio gracias a Dios por ello, porque confesó que habría sido pésimo. Abandonó la ingeniería civil, faltándole apenas un año. Se sintió en el lugar equivocado con la ingeniería administrativa....
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