Las elecciones legislativas del 8 de marzo de 2026 serán el primer gran pulso político del año y definirán la gobernabilidad del próximo presidente de Colombia. En ellas se medirá la fuerza real del petrismo, la oposición y un centro aún fragmentado, en medio de un ambiente altamente polarizado. Aunque los partidos ya cerraron sus listas, persisten tensiones internas, pujas y heridas abiertas que anticipan una competencia reñida por el control del Congreso. Este es el panorama.