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Cita online para hoy: verse con los amigos

Las herramientas no son nuevas, pero las formas de encuentro entre los usuarios sí. Mire por qué.

  • Foto: Unsplash
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15 de abril de 2020
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La mayoría de plataformas que han tenido éxito en Internet en los últimos años comparten una característica: le dan una experiencia única a cada usuario. Desde Netflix y Spotify, hasta Google Maps, la propuesta es entrenar un algoritmo para darle sugerencias personalizadas a cada uno. Esa es una promesa de la nueva ola de Internet, y se ha logrado gracias al big data y la inteligencia artificial.

Sin embargo, en tiempos de cuarentena, de repente dejó de ser tan relevante tener una experiencia en solitario, y la red comenzó a usarse más como un espacio de encuentro. Con la familia, con viejos amigos, con la pareja, con desconocidos que tienen los mismos gustos de uno. El objetivo es compartir. Para el investigador en comunicación digital Fernando Castro, “esto es un retorno a la web 2.0, esa que en los primeros años del siglo XXI permitió que las comunidades se conectaran”.

Como todo está personalizado desde hace un tiempo, continúa Castro, los lazos sociales comenzaron a cortarse. Y las herramientas ya existían, los grupos tal vez ya estaban ahí, pero no tenían tanto uso como en este momento. “Nos hace falta el cara a cara, y la pandemia nos tiene recreando, con tecnología, toda esa sociabilidad. Los fenómenos que han surgido son muy interesantes”, apunta el candidato a doctor en Ciencias Humanas y Sociales.

¿Los hábitos sí han cambiado? Un estudio publicado por la consultora británica GlobalWebIndex el pasado 20 de marzo, sobre el consumo digital en tiempo de confinamiento en 13 países, dice que el 67 % de los usuarios de Internet está viendo más noticias, el 53 % está más en contacto con su familia y el 51 % pasa más tiempo en un servicio de streaming como Netflix. Otros contenidos como los pódcast, que la gente suele escuchar cuando va en camino a un lugar o está solo, modificaron su consumo (ver Para saber más).

De pronto usted es uno de los que volvió a hablar en el grupo de egresados del colegio, o hizo, por primera vez, una videollamada con sus abuelos. Estas son otras de las formas y espacios en las que las personas se están encontrando:

Volver al álbum familiar

Fue la oportunidad para revisar los antiguos álbumes, tomarles fotos y compartirlos en línea. O enviarlos al grupo de la familia en WhatsApp y empezar una interacción con una respuesta más activa. Explica Castro que ese es un ejemplo de cómo se resignifica una herramienta. “En principio WhatsApp puede ser para enviar un mensaje, pero eso los usuarios lo pueden transformar en una reunión en línea para ver fotos familiares viejas”, apunta.

¿Y por qué no enfiestarse?

César Sánchez, consultor para las empresas en transformación digital, dice que ahora los motivos para encontrarse con los amigos en la virtualidad abundan y las opciones están a la orden del día.

“Los juegos de mesa se volvieron juegos de pantalla: parqués en la app conocido como Parchis, Scrabble, Uno. Hay otras donde se socializa más, por ejemplo Houseparty, en la que puedes jugar pictionary (adivinar lo que otro dibuja) y Adivina quién soy, el mismo que jugábamos en la fiesta poniéndonos un papel en la frente y a punta de pistas se descifraba quién era el personaje”, apunta Sánchez.

Según un informe de la herramienta de monitoreo Sensor Tower del 7 de abril, en Colombia la aplicación Parchis Star estaba en la número 1 de las más descargadas en App Store y Google Play Store. Para iPhone, Uno estaba en el puesto 10 y Houseparty en el 37.

Nicolás Hernández es filósofo de la Universidad de los Andes y profesor en la organización Enseña por Colombia. Él ha asistido a varias fiestas virtuales y dice que son entretenidas para pasar la noche. Entre semana igual usa Houseparty: se encuentra con amigos de otras ciudades para hacer pausas activas de su trabajo.

Eso es algo que no hubiera sucedido bajo condiciones convencionales, porque los otros estarían en su oficina y él en el colegio donde trabaja.

La cultura y la eterna tertulia

Sánchez también resalta el club de lectura del American Film Institute, en el que cada día proponen una película y esta va acompañada de datos, preguntas para el intercambio de opiniones y material sobre la cinta, “es como un cine club mundial. Por ejemplo la de hoy es ET el extraterrestre y además de datos hay una entrevista con Steven Spielberg, y en ella cuenta cómo se le ocurrió esta película. La gente puede participar en la conversación en Twitter usando el HT #AFIMovieClub”, apunta Sánchez.

También están los clubes de lectura. En Medellín, el Sistema de Bibliotecas Públicas tenía 96 clubes el año pasado en diferentes puntos de la ciudad, muchos de ellos han migrado a lo digital en grupos de WhatsApp o transmisiones en Facebook.

Carolina Lema, articuladora de fomento de la lectura del Sistema, cuenta que en estas semanas han encontrado que gente que antes no podía participar ya se vincula a la actividad y que estos “son espacios invaluables para las personas, así se les dificulte se programan y participan porque en el confinamiento esta es una forma de salir, de conocer autores, lugares, conocer a otros”, señala.

Las herramientas ya están, solo es cuestión de los usuarios convertir la red en un espacio de reunión y encuentro, en medio del confinamiento.

¿Y entonces, a qué horas nos vemos hoy?.

53 %
de usuarios de Internet han estado más en contacto con su familia desde que empezó el confinamiento

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