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Lo único que sabe la familia de Carlos Cano Domínguez es que el arquitecto de 62 años pretendía viajar el pasado 6 de agosto a San Pedro de los Milagros, donde, al parecer, lo habían llamado para ofrecer una asesoría y que, probablemente, se quedaría en la zona algunos días. Eso fue lo que le dijo a la hermana con la que vivía, algo que a ella se le hizo normal pues el arquitecto trabaja desde años como freelance.
Sin embargo, el jueves 11 de agosto comenzó la preocupación, luego de que la familia recibiera un mensaje del WhatsApp de Carlos que decía que había atropellado a una persona en una moto y que necesitaba seis millones de pesos para solucionar el problema. Ahí empezaron las sospechas de que algo malo ocurría, pues recordaron que ya habían escuchado en las noticias una historia similar que se usó para hacer extorsiones.
Además de esto, Enrique Páez Domínguez, hermano del arquitecto, intentó obtener más información y hasta pidió hacer una videollamada, pero ya no obtuvo respuesta. En la llamada realizada desde el teléfono de su hermano, un hombre le manifestó que Carlos había atropellado a un comandante de un grupo armado y que debía pagar por la motocicleta.
“Recibí una llamada y justo después de que le dije: listo, son seis millones de pesos, a dónde te los consigno. Yo les dije dos bancos y ellos me dijeron, no, a cualquiera de los dos”, contó Páez a RCN Mundo.
Hay otro detalle que se suma al misterio del paradero de Carlos Cano, y es que, según la familia, el arquitecto habría autorizado a que alguien recogiera su carro en su lugar de residencia en Medellín, por lo que las autoridades tratan de rastrear con cámaras quién fue la persona que recogió el vehículo y qué rumbo tomó. La Fiscalía, incluso, contempla la posibilidad de que Carlos no salió de Medellín y se encuentra en algún punto de la ciudad.
“Empezamos el proceso mal, porque lo empezamos como si él sí estuviera desaparecido varios días en San Pedro de los Milagros, pero a la final nunca supimos si sí llegó a allá o no. Entonces la fiscal nos dijo que empezamos mal, porque él dice aquí, dice acá, pero no dice dónde. Sabemos que lo recogió un carro, pero no sabemos para dónde se lo llevó”, detalló el familiar.
A esta altura, la familia señala que no han recibido respuesta de la policía ni señales de vida desde el norte del departamento o de ningún otro lugar, por lo que creen que su hermano fue asesinado. “Nosotros en estos momentos estamos pensando que nuestro hermano está muerto, que no está retenido, no está secuestrado”, agregó.
Si alguien tiene información puede comunicarse con la Fiscalía al 3185324106.