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Calculista del Space responsabilizó a constructores por el colapso del edificio

Jorge Aristizábal rompió el silencio que guardó desde el desplome de la fase 6 del edificio y dijo que los constructores no cumplieron con el diseño que les entregó.

  • María Cecilia Posada, directora de obra en Space; Pablo Villegas, gerente de CDO, y Jorge Aristizábal, ingeniero calculista, en una audiencia el 13 de mayo de 2014. FOTO Róbinson sáenz
    María Cecilia Posada, directora de obra en Space; Pablo Villegas, gerente de CDO, y Jorge Aristizábal, ingeniero calculista, en una audiencia el 13 de mayo de 2014. FOTO Róbinson sáenz
22 de septiembre de 2017
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El ingeniero Jorge Aristizábal, encargado del cálculo estructural del edificio Space—al que se le desplomó la fase 6 en el año 2013—atribuyó la responsabilidad de las fallas en la obra a los constructores del proyecto.

“El encargado de velar por la construcción es el constructor. Es su responsabilidad”, sentenció ayer, en la sala del Palacio de Justicia, durante la audiencia del juicio por homicidio culposo, en la que también estaban Pablo Villegas, directivo de la constructora CDO, y María Cecilia Posada, encargada del proyecto.

Durante ese proceso judicial, que se adelanta por la muerte de Juan Esteban Cantor, residente del edificio y que quedó atrapado en las ruinas, tanto Villegas como Posada coincidieron en señalar errores en el cálculo estructural, para el cual fue contratado Aristizábal, lo que, aseguraron, incidió en el colapso.

Un estudio de la Universidad de los Andes, contratado por la Alcaldía de Medellín para esclarecer las causas del desplome, reveló que el hecho se debió a una falta de capacidad estructural de las columnas de la edificación para soportar las cargas.

Antecedentes de la tragedia

La historia del desplome del Space se remonta a la mañana del viernes 11 de octubre del año 2013, cuando una comisión del Dagrd, máximo organismo en prevención y atención de desastres de Medellín, atendió el llamado de habitantes que advertían agrietamientos en muros y movimientos de la estructura.

Tras la inspección realizada, Jaime Enrique Gómez, en ese entonces director (e) del Dagrd, ordenó la evacuación del edificio y la prohibición de ingreso a este debido a la inestabilidad que presentaba la estructura.

Horas después, una cuadrilla de obreros e ingenieros ingresó a la unidad para iniciar la reparación de las fallas presentadas. Horas después, a las 8:20 de la noche del 12 de octubre, la torre 6 se desplomó matando a Cantor, un vigilante del edificio y 10 personas más.

Ayer, Aristizábal subrayó que durante el proceso de construcción de la fase 6, que inició en el 2010, le fue reportada una novedad, “un desprendimiento de un muro, un mortero de alta resistencia”.

Agregó, “se presentaron derrumbes, detalles estructurales. El más grave, que empezó en la fundación R3, lo informó el ingeniero de suelos. Era un problema de suelos. Villegas y Posada eran conocedores de la falla”, señaló.

Acotó que los correctivos que se tomaron fue ordenar hacer cuatro pilas más, pero “no se comprobó que se cumpliera esa directriz (...) Yo confié en que las pilas fueran construidas como se establecieron en el plano”.

Sin sorpresas

Para el abogado de la familia Cantor, Juan Camilo Muñetón, el argumento de la defensa de Aristizábal consiste en que los constructores no cumplieron con el diseño que había realizado el calculista. No obstante, anotó, durante el juicio se dejó claro que esos diseños tenían falencias que afectaron la estabilidad de la estructura.

“Era obvio que dijera que sus diseños estaban buenos. En conclusión, se diseñó mal el edificio y los constructores tampoco cumplieron”, dijo.

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