Un día después de que los ciudadanos hicieran un día sin carro voluntario, la ciudad volvió a amanecer con una deteriorada calidad del aire.
Los radares de monitoreo de calidad del aire del Siata muestran que el aire de este miércoles es el peor de las últimas dos semanas, a pesar de que los últimos días han sido soleados y con poca presencia de nubes.
La red de monitoreo de calidad del aire muestra que seis de las ocho estaciones volvieron a indicador naranja; es decir, que el aire en esas zonas es nocivo para grupos sensibles como adultos mayores, niños y personas con enfermedades respiratorias. De ellas, cuatro son poblacionales: Lasallista (Caldas), Casa de la Justicia (Itagüí), Cerro El Volador (Medellín, norte) y Girardota; y dos son de tránsito: Metro La Estrella y Museo de Antioquia. Estas dos últimas no se toman en cuenta para declarar emergencias, según el Protocolo aprobado por la autoridad ambiental.
La situación más crítica está en dos estaciones: el Cerro El Volador donde se concentran 43,8 microgramos de partículas contaminantes PM 2.5 por cada metro cúbico de aire. Esa estación ha estado en naranja durante 4 de los últimos 7 días; y Lasallista, en Caldas, donde el indicador hay 44.2 microgramos.
Incluso la estación de Girardota, que estuvo en verde el pasado fin de semana y pasó en amarillo las últimas dos semanas, volvió a naranja y hoy marca 36.5 microgramos de partículas PM 2.5.
¿Cuándo se declara alerta naranja?
Según el protocolo para enfrentar episodios críticos de contaminación en el Valle de Aburrá (acuerdo metropolitano No. 15) la alerta naranja se podrá declarar cuando el nivel máximo sea registrado en al menos una estación de representatividad poblacional con observación del comportamiento del día hasta las 5:00 p.m. “y que además, la evaluación de las condiciones meteorológicas se prevén desfavorables para el día siguiente”.
“Esta no es una ciudad contaminada”
Los alarmas por deterioro de calidad del aire se prenden un día después de que Santiago Gómez, alcalde (e) de Medellín, dijera que “se han venido haciendo muchas afirmaciones de parte de la comunidad, de algunas entidades del Estado y de algunos concejales de que esta es una ciudad contaminada, una ciudad enferma y eso es mentira. Esta no es una ciudad contaminada ni una ciudad enferma”.
Gómez dio sus apreciaciones en una entrevista con “Blu Radio”, que fue reproducida por la columnista de EL COLOMBIANO, Ana Cristina Restrepo.
Ver: “Enterrar el asunto”
Según Gómez, la ciudad ha hecho esfuerzos para convertirse en un destino de turismo de eventos y salud, “y si vamos a posicionarnos como una ciudad contaminada, pues eso se va a dificultar. Entonces a uno le da pesar ver cómo la gente juega con esos datos, manipula, desinforma y salen titulares en medios que no tienen nada que ver con la realidad”.
Sobre el levantamiento del pico y placa ambiental, el pasado 27 de marzo, el alcalde (e) dijo que el protocolo establece que si las estaciones marcan amarillo, no hay pico y placa. Y decir que ese levantamiento haya coincidido con las quejas de Fenalco sobre pérdidas económicas, es “hilar muy pequeño”, según el funcionario.
El alcalde dijo que aunque la ciudad tiene metro eléctrico, Metroplús a gas y bicicletas públicas, aún hace falta integración en el transporte. “Los carros y las motos mueven esta ciudad”, precisó.
El funcionario señaló que tuvo diálogos con funcionarios de la OMS y que, según eso, “no está claro qué tanta exposición (a la contaminación) da cáncer como no es claro cuántos cigarrillos dan cáncer. Es errado decir que la gente se está muriendo en Medellín y es por eso (...) Lo importante es cuánto están expuestos en los 365 días no en un día o medio día”.
Al final de la entrevista, el alcalde (e) declaró: “claro que tenemos contaminación como muchas ciudades de más de dos millones de habitantes, pero no para decir que esta es una ciudad enferma”.