viernes
7 y 9
7 y 9
El próximo 1 de septiembre entrará en operación una máquina que cambia botellas por saldo en la Tarjeta Cívica. Se trata de un proyecto piloto que el Metro de Medellín pondrá en operación en la estación Universidad en conjunto con la empresa paisa Ciclo.
Aunque el sistema de transporte masivo lanzará la iniciativa la próxima semana, EL COLOMBIANO habló con Luis Felipe Restrepo, uno de los accionistas de la compañía que lidera esta iniciativa en Medellín, quien explicó en qué consiste la máquina y cómo operará.
¿De dónde sale la máquina?
“Se trata de una reverse vending machine (RVM) diseñada y construida en Medellín por Ciclo, una empresa que nació como proyecto de grado de dos ingenieros de la Escuela de Ingeniería de Antioquia. Hoy somos cinco los ingenieros (dos mecatrónicos y tres administradores) que construimos máquinas creadas con sistemas diferentes a lo que había en el mercado. La empresa ya ha ganado premios como el concurso de Capital Semilla y la competencia internacional TIC Américas”.
¿Cómo llegaron al Metro?
“Nosotros lo buscamos e iniciamos conversaciones. Pero como es una entidad pública, tenían que hacer licitaciones y convocatorias, que nosotros ganamos con nuestra máquina. Llegar al metro es un logro para empezar nuestro proyecto, es una opción a la que llegamos con esfuerzo y mucho trabajo”.
¿Cómo funciona?
“La máquina recibe envases y los cambia por saldo que se ve reflejado de manera inmediata en la Tarjeta Cívica. La máquina no tiene un límite por usuario o por día. Es decir, en cada transacción las personas pueden cambiar desde una botella -vidrio, plástico, lata- que le dará 50 pesos de saldo, hasta los 2.000 pesos que vale un tiquete y que son, más o menos, 40 botellas. Ese tope se va a ampliar hasta 5.000 pesos, que son más o menos 110 botellas”.
¿Hay un límite de tamaño para las botellas?
“Sí. Recibe hasta botellas Pet de 3 litros. El beneficio (saldo) también puede ser mayor según el tamaño de la botella”.
¿Qué tiene que hacer el usuario?
“Simplemente llega a la máquina, introduce su Tarjeta Cívica, luego las botellas, y finalmente la máquina le da la opción de cambiar las botellas por el saldo o donarlas. Si las dona, van a la empresa, y si las cambia por saldo, la máquina le dice cuánto ganó y cuánto le queda (si es que tenía más en la Tarjeta)”.
¿Hay alguna condición para que la máquina acepte o rechace las botellas?
“Las botellas las recibimos como sea: con etiqueta, con tapa, sin tapa. Pero sí tiene que conservar la forma del envase: que no esté muy arrugada y que no tenga contenido. No tienen que estar lavadas, pero sí estar sin contenido”.
¿Qué hacen ustedes con esas botellas?
“Son comercializadas. A futuro tenemos un plan que también involucra a una cooperativa de recicladores”.
¿Este tipo de máquinas podría aplicarse en otro sistema de transporte?
“Sí. De hecho tenemos muchos más modelos de beneficio que se están implementando”.