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Este domingo, a las 6:00 de la tarde, la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), demolerá, mediante implosión, uno de sus edificios insignia: el bloque 11, de ingenierías, que está ubicado en el campus del barrio Laureles.
La demolición está a cargo de la empresa Atila, la misma que se encargó de las implosiones del complejo residencial Space y de la sede de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU).
“Atila ha asegurado que el impacto ambiental sea controlado. El polvo que generará la implosión se contrarrestará con agua previa, durante y después. Frente al ruido, serán máximo tres segundos en el que los decibeles son bajos en comparación, por ejemplo, al de un taladro de pavimento”, informó la UPB en un comunicado.
Las directivas de la universidad aseguraron que el procedimiento tampoco generará vibración y no habrá onda expansiva o explosiva que ponga en riesgo las edificaciones cercanas.
“Los vidrios de las casas aledañas no sufrirán por tal vibración. Debido a la naturaleza de la implosión, no se afectarán el acueducto, alcantarillado, líneas de gas, eléctricas o redes de fibra óptica de la Universidad o del sector”, explica el comunicado.
Una vez termine el procedimiento, iniciará la construcción del nuevo complejo. Serán dos nuevos edificios adicionales al bloque de ingenierías, uno de ellos contará con aulas, oficinas y servicios; la otra edificación estará destinado a un salón de eventos. El edificio de aulas, tendrá una altura de siete pisos.
La obra estará a cargo de la firma Coninsa Ramón H y será sometida a procesos de certificación LEED para reciclaje de aguas, producción de energía solar y menor consumo de energía en iluminación.
Restricciones durante la implosión
El colegio de la UPB y el campus universitario cerraron sus puertas desde este sábado a las 2:00 de la tarde, para dar espacio a la preparación de los explosivos. “No deberá permanecer ninguna persona al interior del campus, tampoco se deberán dejar carros en los parqueaderos”, pidieron las directivas.
Las medidas también incluyen algunos cierres viales en momentos previos a la implosión.