Empresas Públicas de Medellín (EPM) se refirió este domingo a la filtración del informe pericial elaborado por la firma Pöyry, en el que se diagnosticó la estabilidad del proyecto de Hidroituango y se formularon un paquete de recomendaciones de cara al futuro y la entrada en operación de la hidroeléctrica.
Explicando que dicho documento se radicó ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) durante la noche del pasado miércoles, 29 de diciembre, EPM aclaró que el documento no es un estudio de causa raíz, ni arrojaría nuevos elementos sobre los factores que llevaron a la emergencia que afectó a la megaobra en abril de 2018.
Según explicó la empresa, en el marco de una medida restrictiva que impuso la Anla, el nuevo documento hace parte de una acción solicitada por esa autoridad ambiental, en el que le pedía a la empresa contratar a un equipo de expertos independientes que se encargaran de estudiar si la obra sería viable.
“El informe no es un estudio de causa raíz, es un dictamen sobre la estabilidad actual del proyecto y la operación de la futura central de generación”, escribió EPM en su pronunciamiento, agregando que la decisión de levantar las restricciones que cayeron sobre la obra, a través de la Resolución 0820 del 1 de junio de 2018, dependerá exclusivamente de la Anla.
Cabe recordar que, entre otros hallazgos, una de las conclusiones centrales planteadas por Pöyry fue que el proyecto continúa en alto riesgo y que el camino más viable para alejarse del escenario de un desastre es poner a funcionar lo más rápido posible las ocho unidades de generación.
“Considerando los diferentes colapsos en el macizo rocoso y el taponamiento de varios túneles de descarga de fondo y de desvío, actualmente no es posible descargar y vaciar el embalse de una manera controlada y permanente (...). De acuerdo con la conclusión de la sección anterior se debe terminar el proyecto de la manera más expedita y acorde con las mejores prácticas técnicas en ingeniería y construcción”, planteó la firma.
Según se lee en el documento de 432 páginas, entre los componentes de la obra sobre los que hay preocupación están el vertedero, que presenta agrietamientos en su losa y en sus muros, que, de seguir avanzando, podrían eventualmente socavar la estructura.
Así mismo, otro de los planteamientos incluidos en el documento fue la recomendación explícita a EPM de no cambiar a los contratistas de la hidroeléctrica, calculando que una modificación de este tipo podría traer un retraso de hasta un año e incrementar el riesgo de que se compliquen los trabajos de mitigación del riesgo.
Tal como había informado la ANLA a mediados de enero, el informe de Pöyry es estudiado por un equipo técnico de esa entidad y será el insumo principal frente a la decisión que esta tome sobre si levanta las restricciones de las obras.