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La tarjeta Cívica llegó al mercado negro

En menos de 15 días, vendedores ampliaron su oferta de productos.

  • Una tarjeta Cívica con 10 viajes cuesta $16.000 en el mercado negro. Tras pasar por los torniquetes de acceso, este fue el saldo. El Metro solo recibe $1.150 por cada viaje. FOTO vanesa restrepo.
    Una tarjeta Cívica con 10 viajes cuesta $16.000 en el mercado negro. Tras pasar por los torniquetes de acceso, este fue el saldo. El Metro solo recibe $1.150 por cada viaje. FOTO vanesa restrepo.
  • La tarjeta Cívica llegó al mercado negro
  • La tarjeta Cívica llegó al mercado negro
30 de enero de 2016
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VANESA RESTREPO

“Nos modernizamos”. Con esa frase, un vendedor de dulces que expende irregularmente tiquetes del Metro a precios por debajo de los comerciales, le anunció a sus clientes el nuevo producto. A pocos metros de un policía y sin esconder la mercancía, el hombre le contó a dos mujeres que desde hace algunos días ofrece además de los integrados y los viajes sencillos, las tarjetas Cívica grises “para que no se desgasten con tanto tiquete”.

Las clientes, que esta vez solo necesitan un par de entradas para el Metro, pidieron su respectiva tarjeta, pero entonces el hombre reveló nuevos detalles del modus operandi: “esas solamente las tenemos por 10 viajes o por 20... pero si necesitan menos, tenemos los tiqueticos. ¡Hasta les cambiamos el color!”, dijo el hombre de cabello castaño antes de soltar una carcajada, refiriéndose a las nuevas entradas magnéticas que dispuso la empresa de transporte.

El vendedor, que suele conversar y charlar con sus compradores, contó además que la venta de viajes para bus y metro, junto con la de minutos de celular se convirtieron en su principal fuente de ingresos, por encima de los dulces y cigarrillos que vende en su punto estacionario.

EL COLOMBIANO volvió a visitar las estaciones Itagüí y Envigado y sus alrededores, luego de recibir nuevas denuncias a través de las redes sociales sobre la llegada de las tarjetas grises al mercado negro.

Uno de los ciudadanos, que pidió la reserva de su identidad, aseguró que conoce un caso de venta de Cívica con un solo viaje. “Pensaba que al poner tarjetas grises para todos los viajes (algo que prevé el Metro para el futuro cercano) eso se iba a acabar. Pero parece evidente que no será así”, escribió el lector.

Hace dos semanas este diario había denunciado que el mercado ilegal había aumentado cuando el Metro restringió temporalmente la venta de integrados en sus taquillas, primero a 5 y luego a 10 ingresos por persona. Hoy la empresa de transportes informó que la venta está normalizada y en cada transacción se venden hasta 20 tiquetes integrados por usuario.

A pesar de eso, la venta irregular se mantiene. Un recorrido por las estaciones del sur del Valle de Aburrá permitió comprobar que los mismos negocios ambulantes y estacionarios, que vendían hace 15 días siguen ofreciendo los viajes en metro, algunos hasta con un mayor flujo de clientes.

En la estación Itagüí y en menos de hora y media, fuimos testigos de la venta de 12 tiquetes para el metro y 25 para las rutas integradas de Itagüí, Envigado y Sabaneta, además de dos tarjetas Cívica grises, cada una con 10 viajes.

“A cada una de estas tarjetas le saco 800 pesos. A los tiquetes individuales 250 y las rutas integradas dejan lo que se puede. A las de Sabaneta apenas les estoy sacando 150 pesos. Las de Itagüí y Envigado dejan 250 pesos cada una”, confesó el vendedor que aseguró que su proveedor “es legal. Por eso vengo todos los días hasta las 9:00 de la noche. Si no pasa del torniquete, viene y yo le devuelvo la plata”, dijo.

Personalizar, la solución
Juan David Parra, jefe de Servicio al Cliente del Metro de Medellín, aseguró que, a la fecha, no hay indicios de que personal de la empresa esté involucrado en esta reventa ilegal.

“Lo que hemos detectado es que hay personas inescrupulosas que tienen montada una especie de carrusel: van a una estación y compran 2, 5, 10 o hasta los 20 tiquetes que están permitidos. Luego venden las porciones de bus (papel) y las tarjetas por separado”, dijo.

Lee aquí: Integrados de Copacabana, Girardota y Barbosa se pagan con Cívica

A eso, afirma Parra, se suma un problema de judicialización. Como los tiquetes y tarjetas que se entregan no son falsificados o robados, no hay penas significativas para quienes se dedican a esta práctica.

La estrategia de la empresa para hacer frente al problema sigue siendo el uso de la tarjeta Cívica como medio de pago. “La tarjeta gris no le permite al usuario pasar al Metroplús ni a las cuencas (rutas integradas). Por eso seguimos apostando a unificar los medios de pago, como ya hicimos en los municipios del norte del Valle de Aburrá y a aumentar las tarjetas personalizadas”, indicó Parra.

Los siguientes pasos en el cronograma del Metro son aumentar las campañas para personalizar la tarjeta Cívica, ampliar los puntos de recarga (la meta es 1.500 para fin de año) y estandarizar el pago en todas las rutas integradas.

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