Puerto Antioquia está en su recta final. Luego de un año de angustias y momentos críticos, el primer puerto de Urabá está a pocas semanas de inaugurarse y convertirse en la punta de lanza para transformar al departamento en uno de los nuevos nodos logísticos del país.
Aunque la compañía dueña del complejo es cauta y todavía no entrega una fecha para su entrada en operación, se sabe que la ejecución del proyecto ya superó el 95% y la central avanza en una etapa de pruebas y ajustes finales de sus infraestructuras.
Al tiempo que se desarrollan dichas adecuaciones finales, la meta es que en un plazo no mayor a un año y medio la terminal ya esté en pleno furor y funcionando al máximo de su capacidad, calculada en 7 millones de toneladas al año.
Pese a atravesar un año lleno de turbulencias, que tuvieron en vilo la entrada en operación del proyecto, fue precisamente en 2025 cuando el puerto alcanzó sus hitos constructivos más importantes, incluyendo la culminación de su viaducto, por el que transitará la carga sobre el río León, la llegada e instalación de tres megagrúas fabricadas en China y el hincado de más de 1.000 pilotes de acero sobre los que se soporta tanto el viaducto como el muelle.
En medio de esta etapa final, la atención también se ha volcado sobre varias obras complementarias que se necesitan para que el complejo pueda operar plenamente, la más importante concerniente a una vía entre los corregimientos de Nueva Colonia y Ríogrande, cuyo valor podría oscilar entre los $130.000 millones y los $250.000 millones.
Fue en días recientes que el alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar González, hizo un llamado para que se concrete la construcción de los accesos entre la zona portuaria y la vía principal del distrito, señalando que los terrenos que la comprenden ya fueron declarados de utilidad pública.
Sobre dicha carretera, a la que se suma una variante, también se había referido en agosto pasado el presidente de Puerto Antioquia, Alejandro Costa Posada, señalando que la variante será asumida por el proyecto, dada su importancia para aumentar el volumen de vehículos que transitan por el lugar.
Hitos alcanzados por el puerto
En su carrera contra el reloj para entrar en operación, Puerto Antioquia está a las puertas de su inauguración luego de superar varios hitos.
Uno de los primeros en anunciarse, a mediados de abril de este año, fue la llegada al sitio de las obras de tres grandes grúas Ship to Shore (STS o buque a tierra) que habían sido despachadas desde China tres meses atrás.
Los grandes aparatos, cada uno de 1.541 toneladas, 80 metros de altura y capacidad de alzar hasta 80 toneladas, son de tecnología de punta y tendrán un papel crucial para permitir que el puerto pueda movilizar ágilmente la carga de los buques de gran envergadura para los que fue diseñado.
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En febrero también se conoció que el proyecto ya había logrado unir los dos frentes de obras de un viaducto que se alza sobre el río León, que en total tiene 4,2 kilómetros de extensión y tres carriles para conectar el muelle con la zona de almacenamiento de la carga.
De igual manera, en mayo, el proyecto logró superar otro desafío de ingeniería al culminar el hincado de más de 1.000 micropilotes de acero, un proceso crítico que había iniciado desde agosto de 2023 y que era crucial para que las vigas y losas de concreto de la plataforma tuvieran de donde sostenerse.
Otro de los grandes hitos alcanzados por el complejo, que lo tuvo en vilo durante varios meses, fue la culminación de su línea de transmisión de energía entre su subestación y la subestación Nueva Colonia de EPM, por cuenta de un lío predial y administrativo que generó fuerte controversia.
Vale recordar que dicho proceso estuvo frenado luego de que Corpourabá decidiera suspender la licencia ambiental de esa línea –pero posteriormente revocó esa decisión— y al mismo tiempo se abriera un largo proceso administrativo en el Distrito de Turbo y que luego dirimió la Gobernación de Antioquia para que las obras pudieran ejecutarse.
Todas esas tensiones también tuvieron un fuerte componente político, en el que se señaló a un grupo político y algunos privados de estar presuntamente interesados en poner en suspenso el proyecto por intereses particulares.
En agosto pasado, el cronograma entregado por la compañía apuntaba que para este mes de noviembre comenzaría la operación.
Si bien todavía no es claro si este mes se mantiene como meta, lo explicado entonces por el presidente de Puerto Antioquia, Alejandro Costa, era que el complejo aún estaba pendiente de culminar los patios de los contenedores, la red eléctrica y sanitaria, y de adecuar el interior de varios edificios desde los que se dirigirá la operación. “Es básicamente lo que nos tiene pendiente para poder lograr la apertura”, expresó entonces el ejecutivo.
De acuerdo con lo señalado entonces por el puerto, el plan inicial cuando este entre en operación será el de canalizar la carga natural que ya se moviliza en Urabá, principalmente exportaciones de banano, y que equivalen aproximadamente a una tercera parte del volumen total para el que fue diseñado el puerto.
Con esta primera migración, se espera que las antiguas embarcaciones que todavía surcan las aguas del río León y del golfo de Urabá para sacar los cargamentos de banano le den paso a una cadena logística más moderna y eficiente.
“En la medida en que los buques vayan migrando de los tamaños actuales a los tamaños futuros, como es el plan de las navieras, va a venir asociándose el siguiente tipo de carga contenerizada que viene del interior del país. En cuanto a granel es más fácil, porque los buques son charteados por los importadores, entonces cuando ya sepan que los podemos atender, lo que van a hacer es que van a chartear el barco para traerlo lo antes posible. Ese barco tiene un muelle independiente, entonces, vamos a poder atender los barcos con granel o carga general. Y lo mismo ocurre con carga rodada, donde desde las compañías que importan y exportan vehículos van a poder programar el atraque de sus barcos en Puerto Antioquia”, añadió en agosto Costa Posada.
En medio de ese plan gradual es que se espera que el proyecto ya esté funcionando al máximo de su capacidad en un plazo aproximado de un año y medio, en un estimativo en el que también influye la vía de acceso que aún está pendiente.
Sobre esta infraestructura se refirió en días recientes el alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar González, quien hizo un llamado al proyecto y a las autoridades nacionales para priorizar su inicio.
“Esta vía tiene que planearse y diseñarse no solamente para el transporte, sino también para todos los trabajadores y las comunidades que entran y salen diariamente a los dos corregimientos, incluyendo la comunal San Jorge, que tiene gran impacto por sus cultivos bananeros. Lo más preocupante es que el trabajador bananero particularmente se desplaza en bicicleta y no queremos que esa nueva vía sea diseñada a espaldas o en contra de las comunidades, porque puede ocurrir lo que está pasando con la Autopista Urabá, que hoy tenemos más muertos por accidentes de tránsito que por homicidio o por cualquier otro motivo”, dijo el mandatario distrital refiriéndose a la vía entre Nueva Colonia y Ríogrande.
Aunque Abuchar señaló que el corredor podía valer hasta $130.000 millones, Costa Posada había dicho en mayo que podría costar cerca de $250.000 millones, si se le suma una variante.
“Nosotros no podemos permitir que el desarrollo del puerto impacte negativamente a nuestras comunidades. Dado que el control del volumen lo manejamos en Puerto Antioquia al aceptar o no la carga de los clientes, en el buen sentido de la palabra, hemos limitado la oferta del inicio de la operación del puerto a la capacidad de la vía actual, en concordancia con el trabajo conjunto con las comunidades que viven a lo largo de Ríogrande y Nueva Colonia. Nuestro volumen del primer año de operación va relacionado con la cantidad de camiones que puede soportar la vía actual mientras construimos la variante”, expresó Costa, planteando por su parte que mientras la vía Ríogrande - Nueva Colonia sería responsabilidad del Estado, por ser un desarrollo nacional, la variante será asumida por el Puerto.
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Abuchar hizo por su parte un llamado al Ministerio de Transporte y la ANI para darle prioridad al tema.
Cuando esté en plena operación, los cálculos de Puerto Antioquia son que por sus plataformas comience a moverse una décima parte del comercio exterior del país.
Los recursos que se le han invertido a la obra ya superan los 770 millones de dólares. Una de las principales ventajas del puerto, y en general de los demás que se construyen en la región de Urabá, es que para las empresas del centro del país representará un ahorro del 33% en la distancia en comparación con los demás puertos del Caribe colombiano que ya operan.
Un complejo logístico con tecnología de punta para Antioquia
Uno de los principales puntos a favor que tiene Puerto Antioquia es que comenzará a operar con las especificaciones técnicas más avanzadas del país. En sus diseños, el complejo cuenta con la ventaja de tener un calado de 16,5 metros, lo que le permitirá recibir a los buques tipo post-panamax.
El complejo dispone igualmente de cinco posiciones de atraque y un muelle de 1.340 metros de largo.
Según señala el proyecto, sus tres grúas tipo STS, otras ocho tipo RTG, dos escáneres para contenedores y dos para pallets hacen parte de un sistema que permitirá descargar y cargar buques en poco tiempo.
El cálculo del puerto es que un proceso de cargue o descargue que en una instalación convencional podría tardar hasta tres días, en Puerto Antioquia podría tardar apenas 12 horas.
La otra ventaja competitiva del lugar, y en general del golfo de Urabá, es una posición privilegiada respecto al Eje Cafetero, Bogotá y otros centros productivos del interior del país, cuyos vehículos de carga podrían ahorrarse hasta 300 kilómetros en comparación con otros puertos.
“En promedio, se ahorra un 33% en distancia frente a otros puertos del Caribe colombiano, alcanzando reducciones del 58% respecto a Medellín, 50% frente al Eje Cafetero y 38% en Cundinamarca y Bogotá”, señaló el proyecto.
Además de Puerto Antioquia, en Urabá hay otros proyectos en ciernes, como Puerto Pisicí, Puerto Darién, Puerto Cirilo y el recién presentado Puerto Progreso.