Las denuncias de un grupo de valientes ciudadanos, hartos de pagar “vacunas” extorsivas, sirvieron para que el Gaula de la Policía y la Fiscalía propinaran un fuerte golpe a la organización criminal “la 38”, en el nororiente de Medellín.
Esta banda, que delinque hace tres décadas en las comunas 1 y 2 de la ciudad, se dedica, además de las extorsiones, al tráfico de drogas, sicariato, control social y del mercado de canasta familiar, entre otros delitos. Esta es la reseña del caso, elaborada por El Colombiano con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.