‘EL CIRQUERO ASESINO’ se criará en la cárcel

Desde los 10 años, Juan Fernando Peláez Vega comenzaba a perfilar su oscuro futuro. Era apenas un niño y ya el consumo de alucinógenos y los hurtos menores lo alejaban de su familia y lo empujaban a un inevitable final en la cárcel, con las manos manchadas de sangre.

Su torcido camino llegó al punto de no retorno tras el asesinato de su novia de 15 años y su bebé recién nacido en el municipio de Bello, hecho por el cual fue condenado a la máxima pena que otorga la legislación colombiana.

Este es Juan Fernando Peláez Vega junto a su defensora, durante una audiencia en Bello.

Este es Juan Fernando Peláez Vega junto a su defensora, durante una audiencia en Bello.

 

La historia de este homicida comienza, como muchas otras de su especie, con un entorno de violencia familiar y deja la moraleja (si es que este concepto aplica aquí) de que la malcrianza de un infante puede tener consecuencias nefastas. Siempre debemos acompañar de buena manera el desarrollo de los niños.

Pero esto no ocurría en el hogar del barrio bellanita El Porvenir. Según las denuncias de su propia madre ante la Fiscalía, Juan Fernando se drogaba desde muy pequeño y se robaba las cobijas y la ropa de la casa, incluso una vez sustrajo la bicicleta de una hermana.

Julied Vega, consciente de que no era capaz de controlar a su hijo, lo envió a un internado. Mas el muchacho escapó del establecimiento y se fue a vivir en un circo ambulante, donde aprendió el oficio de trapecista.

De vez en cuando visitaba a la familia y peleaba con todo el mundo. A su mamá, quien padece ataques de epilepsia, la llamaba “la loca” y ella, según consta en las denuncias, llegó a decir que Juan Fernando era “el diablo”. Él respondía pegándole y una vez le tiró una caneca a los tobillos.

EL DOBLE HOMICIDIO

Cumplidos los 18 años, Peláez Vega tenía una novia quinceañera en el barrio La Maruchenga. Y la chica, llamada María Alejandra Flórez Barrientos, quedó embarazada al parecer de otra persona.

A las 11:15 a.m. del 2 de julio de 2008, los vecinos lo vieron entrar a la casa de la muchacha, en la carrera 67 con la calle 25BB. Una hora más tarde salió, cargando una caja de manera muy sospechosa.

Una vecina, observando desde su balcón, tuvo un mal pálpito y le ordenó a su hijo que fuera a la vivienda. La puerta no tenía cerradura y varios habitantes de la cuadra entraron a ver qué pasaba. Encontraron a María Alejandra tirada en el piso, asesinada por diez terribles heridas de arma blanca.

Junto a ella, sobre una cama, yacía su bebé Juan Pablo. El niño solo vivió 35 días en este mundo, hasta que a su corta edad apareció Peláez Vega. El análisis forense reveló después que el bebito tenía el cráneo fracturado por un fuerte golpe y que murió por asfixia mecánica, al parecer sofocado con una cobija.

La escena del crimen estuvo rodeada por decenas de vecinos.

La escena del crimen estuvo rodeada por decenas de vecinos.

El horrible hallazgo enfureció a la comunidad y los ciudadanos comenzaron a buscar al autor del crimen. Lo pillaron cerca a la quebrada La Loca y lo persiguieron con ganas de lincharlo. El sujeto no tuvo más remedio que soltar la caja y emprender una desesperada huida.

Dentro de la caja había un televisor y un reproductor de DVD, los cuales había hurtado de la casa de su novia muerta. También había una mochila, en la cual estaba el cuchillo ensangrentado. El trapecista se arrojó por los matorrales de la cañada, sufriendo varias heridas en la piel por las ramas.

Una patrulla policial dio una ronda por el lugar y el perseguido apareció sobresaltado, pidiéndoles a los uniformados que lo protegieran de la gente enardecida.

Al otro día fue llevado a la audiencia de control de garantías, donde el fiscal le imputó los delitos de homicidio agravado y hurto agravado. Pero ante la pregunta del juez, Pélaez Vega negó esos cargos y se declaró inocente.

Su defensa trató de evitar que lo enviaran a la prisión, alegando que el procesado era casi un menor de edad (había cumplido los 18 años hacía seis meses). La defensora de oficio también recordó su infancia retorcida y la degradación por los estupefacientes, tratando de usar esos factores como atenuante para influir en la decisión del juez. No lo logró y al detenido le dictaron medida de aseguramiento en la cárcel Bellavista.

El proceso judicial continuó y más adelante Peláez Vega, quien para ese entonces era conocido públicamente como ‘El cirquero asesino’, aceptó la culpabilidad. Buscaba al parecer una negociación con la Fiscalía para obtener una rebaja de pena, pero sus víctimas fueron dos menores de edad y la nueva Ley de Infancia impedía otorgar beneficios a los asesinos de niños (al menos en este caso, la justicia aplicó esa ley, porque hay excepciones).

El 14 de noviembre de 2008 se hizo pública la sentencia. El Juzgado Primero Penal del Circuito de Bello condenó a Juan Fernando Peláez Vega a pagar 60 años de cárcel, la máxima condena de la jurisprudencia colombiana. Salvo alguna eventualidad, el trapecista saldrá de la prisión a los 78 años de edad.

Se criará, prácticamente, detrás de los barrotes, y sus tutores serán otros criminales como él. Allí pasará de la adolescencia a la adultez y después a la vejez. Y todo esto parecía advertido desde el principio de su vida.

NOTA RELACIONADA: ‘CHUKI’, EL ASESINO de las dos niñas

El Inspector.

18 comments

  1. capeto   •  

    Déjenlo allá, y ojalá se lo coman cuatro o cinco internos de Bellavista, para que aprenda.

  2. AUGUSTO   •  

    EL ASUNTO PARA LOS QUE HEMOS ESTUDIADO DERECHO ALGUNA VEZ, ES QUE NUESTRO SISTEMA CARCELARIO NO CORRIGE, SÓLO DESTRUYE MÁS AL INDIVIDUO, MIREMOS CÓMO NACIONES QUE TIENEN INCLUSO PENA DE MUERTE NO HAN PODIDO REMEDIAR TANTA CRIMINALIDAD.
    LAS SANCIONES PECUNIARIAS SERÍAN POR TANTO MÁS EFECTIVAS QUE CUALQUIER SISTEMA CARCELARIO O PENA CAPITAL.

  3. Kevin   •  

    Que juventud, por Dios. Muchachos libertinos y primitivos, muchachas libertinas y primitivas.

  4. Layla   •  

    Estos chicos, si bien parecen criminales, es mi opinión que nacen predestinados, con una madre epiléptica, lo más probable es que el muchacho también tenía desde el nacimiento corto circuito en el cerebro, falta de oxígeno al nacer, cosas así, hace criaturas inestables, que no se adaptan a la escuela, al medio, que las madres no pueden controlar porque lo que padecen son enfermedades cerebrales, y no las detectamos a tiempo para medicarlos y controlarlos, estoy segura que este muchacho aunque ha hecho un daño a la sociedad y estará mejor prisionero, necesita también tratamiento siquiátrico, puede ser bipolar y nadie lo ha detectado.

  5. NORA STELLA LONDOÑO   •  

    Una pena ejemplar.

  6. wilso   •  

    Yo pago pa que maten ese hijuep…

  7. zarko   •  

    ¿Para q este man en la cárcel???? Pa q se ponga peor , pa q siga tirando vicio???? Por q mejor no lo entierran de una vez ???? Ese ya nunca se compone…. un violador menos y un asesino de niños menos…

  8. zurco   •  

    mucho perro….

  9. saulo   •  

    Hombre Augusto, vos preferís que el asesino de tu mamá te pague antes que meterlo a la carcel? Que mente! No me servís de abogado. Que tal oir a los matones decir ” tranquilo que yo lo pago!” Y el que no tiene con qué pagar qué? Devuelva el titulo.

  10. Leo Salazar   •  

    Piece of Shit I wish he get ripe in jail!

  11. Rebeca Serna   •  

    Eso no merece ni siquiera cárcel, eso merece es la muerte, debería de estar muerto es pero hace mucho tiempo. Que desaparezca del planeta.

  12. cuki   •  

    Deben darle una muerte lenta para que sufra mucho

  13. jose   •  

    Eso es por la crianza en Colombia, por la pobreza que hay en Medellín. El gobiernpo debe de hacer algo para esos jóvenes que andan en las calles.

  14. terror   •  

    Esa es mucha gonor… hijue…, tombos, ¿por ké no dejaron matar a ese hijo de p. de la gente?

  15. YESID ESCOBAR GARCES   •  

    Lo que se merece este malp es que lo torturen y lo desaparezcan, cómo se le ocurre no dejar vivir estas dos criaturas que apenas están empezando su camino. Por favor no seamos tan blandos con estos malditos.

  16. YESIKA   •  

    ELLA ERA MI AMIGA DESDE PEQUEÑA, OJALÁ FERNANDO PAGUE POR LO QUE HIZO. ALEJA TE EXTRAÑO MUCHO, OJALÁ DIOS TE TENGA EN SU GLORIA. TQM.

  17. Pitbull   •  

    A esta gonor… hp hay es que pegale unos 10 pepazos en esa cabeza pa que aprenda. ¿Cómo se va a meter con menores?… Metete con gente así como vos de RATA, aguanta es pikalo y tiráselo a los gallinazos (perro hp).

  18. Alfonso Pulido   •  

    Qué pena con todos estos seres que hacen comentarios, el castigo no es entre rejas, ni la pena de muerte, la culpa es de solo los padres que no sabemos corregir a tiempo, no con golpes como en Colombia, o los países latinos, se corrige desde pequeños, no televisión de violencia que es lo único que se ve. Con tiempo para los hijos, ver los defectos de ellos, y no aplaudírselos, sino con correcciones a tiempo, no cuando ya es tarde como este jovenzuelo.

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