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Devolverle el Alma Máter a la ciudad. Esa es la idea que tiene el rector de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar, al proponer la remoción de las mallas que circundan el campus universitario y reintegrar este espacio a la comunidad.
Durante la presentación del Plan de Desarrollo Universitario 2017 - 2027 el pasado martes, el rector se refirió al tema como parte de la integración que debe tener la universidad con la ciudad y el acercamiento al clúster de innovación con las instituciones alrededor como Ruta N, el Jardín Botánico y el Parque Explora.
Según Alviar, no existe un plan específico para desarrollar la idea, sin embargo, aseguró, autoridades locales ya se han mostrado partícipes del proyecto.
“Es un anhelo, un sueño. Una universidad integrada en lo físico y la vida del ciudadano, que sea un parque para la sociedad”, añadió.
El rector reconoció que, a pesar de que muchas personas coinciden con la universidad integrada, existen temores por la inseguridad que esa iniciativa pueda generar en el campus.
Para Jaime Rafael Nieto, exrepresentante de los profesores en la Universidad, el claustro debe integrarse a la comunidad así como funciona en otras parte del mundo, donde las universidades no tienen mallas.
“Debe ser una universidad abierta al flujo de la ciudad, obviamente con los propios mecanismos de autocontrol y de regulación para que se mantenga el carácter que tiene como espacio cultural, académico y científico”, agregó.
Nieto resaltó que esta ha sido una apuesta acogida por muchos sectores, incluyendo profesores y estudiantes.
Para Santiago Vélez, estudiante y excandidato a representante estudiantil, no hay una posición unificada frente al tema, pero reconoce que es un deseo tener el campus abierto, pues se trata de “la razón de ser de la universidad pública”.
Sin embargo, reconoce que no se puede plantear en términos sencillos, porque el sector tiene problemas urbanos, de convivencia y seguridad que no se pueden desconocer.
“Es un tema complejo para mirarlo con detalle y es muy interesante para una intervención integral que responda a los problemas de fondo de la institución, para que sean atendidos”, aseveró.
Vélez llamó la atención sobre la posición “contradictoria” del rector Alviar al querer abrir la universidad, al mismo tiempo que las medidas de seguridad siguen siendo rigurosas al ingreso.
Aun con la preocupación por las reiteradas denuncias de robos al interior del claustro educativo, algunos estudiantes temen que el quitar las mallas recrudezca la inseguridad.
No obstante, Alviar aseguró que la institución tendría que hacer inversiones para reforzar la seguridad y utilizar tecnología para vigilar.
Al respecto, el concejal de Medellín, Jaime Alberto Mejía, dijo que al abrir el campus, este pasaría a ser del espacio público y las autoridades podrían intervenir cuando sea necesario.
“Es una iniciativa que hay que analizarla desde el contexto jurídico, pero creo que ayudaría mucho, pues disminuiría los costos en materia de seguridad en los que incurre la universidad y que en este momento no son efectivos, porque no se ve todo lo que sucede adentro ”, aseguró.
De otro lado, Alejandro Franco, director ejecutivo de Ruta N, dice que la idea sería de gran ayuda para el ecosistema de innovación que hay alrededor de la Universidad y democratizaría el conocimiento. Sería un espacio sin muros para que circulen las ideas.
Al igual que Alviar, Franco comparte la incitativa de eliminar las barreras físicas entre el Alma Máter y su alrededor.
“Hay temores y realidades, pero con trabajo conjunto podemos pensar en los accesos”, concluyó.