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La construcción de 190 kilómetros de ciclovía en 11 departamentos, a lo largo de los más importantes proyectos viales que se construyen en la actualidad se convirtió en una señal de esperanza para los urbanistas y en un reto para el Gobierno para garantizar su conectividad con el centro de las ciudades.
A la fecha, 18 proyectos viales —algunos de la Agencia Nacional de Infraestructura y otros del Instituto Nacional de Vías, Invías (ver gráfico)— incluyen o van a incluir carriles preferenciales para la bicicleta.
Además, de acuerdo con el Ministerio, actualmente hay cinco ciudades capitales que tienen kilómetros construidos y funcionando de rutas dedicada a las bicicletas. Se trata de Cali (50 km), Montería (1 km), Bogotá (100 km), Valledupar (43 km), Popayán (15 km) y Santa Marta (13 km).
Es importante señalar que, según el Mintransporte, con la construcción de infraestructura para la implementación de los Sistemas Integrados de Transporte Masivo y los Sistemas Estratégicos de Transporte Público, se han incluido alrededor de 150 kilómetros de ciclovías y algunos de los casos por destacar son el de Bogotá, que ha incorporado a la red existente más de 100 kilómetros de ciclorrutas.
“Cada día son más los viajes que los colombianos hacen en bicicleta, principalmente en los centros urbanos. Entendiendo esa necesidad, con la construcción e implementación de carriles exclusivos para bicicletas en los diferentes proyectos, buscamos que aumente el uso de este medio de transporte”, afirmó la saliente ministra de Transporte, Natalia Abello Vives.
Darío Hidalgo, PhD en planeamiento de transporte y experto en movilidad sostenible, manifestó que la infraestructura que se haga siempre aportará para mejorar la movilidad y la seguridad de los ciclistas. “Es una iniciativa interesante, realmente es muy positiva esta apuesta del Gobierno. Ahora, esa infraestructura debe ser diseñada con estándares de seguridad, especialmente en los cruces. Por ejemplo, en el caso de Bogotá hoy tiene cerca del 5 % de uso de la bicicleta, la puesta en marcha de infraestructura ha ayudado mucho”.
El experto aseguró que si bien la adición de ciclorrutas a vías y puentes es útil, “es importante que se conforme una red y no sean secciones aisladas. Esto con el fin de buscar que realmente sean efectivas”.
William Alfonso, profesor de la Universidad del Rosario experto en temas urbanos, indicó que esta es una buena idea. “Hay que esperar el resultado y que no hagan la ciclovía sobre el andén, sino que se construya un carril especial, la apuesta es que sean segregadas, señalizadas, mantener separados a los ciclistas del trafico. Con estas iniciativas lo que puede suceder es que se mejora la seguridad y la velocidad y en consecuencia se van a disminuir los accidentes de ciclistas y peatones”.
Germán Prieto, profesor de la universidad Jorge Tadeo, investigador en sistemas de bicicletas públicas y accidentalidad vial, indicó, en el mismo sentido, las bondades de la iniciativa. “Hay que tener cuidado de que no se trate de proyectos aislados sino que estén articulados con redes locales, que tengan seguridad vial porque en carreteras que están diseñadas para altas velocidades si estas ciclovías no tienen buena separación se pueden incrementar los riesgos”.
El académico agregó que hay que aprovechar la coyuntura de contratación y los procesos de estructuración contractual para que estas obras queden incluidas pero, insistió en que “no hay que olvidar la necesidad de conectar los corredores con lo que existe a nivel local. Esto no es negativo, debemos aprovechar la oportunidad, el llamado es a que cuanto antes hay que mirar la articulación”.