Los indígenas que hicieron parte de las filas de la guerrilla de las Farc –y que entraron en proceso de dejación de armas– ahora tendrán un enfoque diferencial en sus programas de reincorporación. Así lo fijó el Gobierno en el decreto 0856, también denominado el “Camino para volver al origen”.
La iniciativa pretende llevar acciones y recursos para garantizar a los firmantes de paz indígena una reincorporación que esté apegada a sus tradiciones, sistemas de Gobierno y derechos territoriales.
De acuerdo con la Misión de Verificación de la ONU, a junio de este año, había 2.881 personas inscritas en el Programa de Reincorporación Integral (PRI) con pertenencia étnica. Es decir, el 26% de los firmantes de paz pertenecen a pueblos indígenas, afrocolombianos, palenqueros, raizales y gitanos.
El programa será responsabilidad del Ministerio del Interior en coordinación con la Agencia para la Reicorporación y la Normalización (ARN) y la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Reincorporación (CNR), de lado del partido Comunes, el pasado 2 de agosto se llegó a la concertación de la política pública en los resguardos de Cañamomo y Loma Prieta del departamento de Caldas.
“En este espacio contamos con la participación de las autoridades indígenas territoriales, firmantes de paz y la comunidad, donde se priorizaron y validaron de forma unánime cinco acciones concretas por implementar, alineadas con los cinco pilares del Programa Especial de Armonización. Esta jornada marca un hito en la construcción de una agenda territorial étnica”, apuntó el CNR.