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El irlandés secuestrado y la ruta de droga a las islas británicas

En apenas 32 meses, un ciudadano de ese país murió en Colombia y otro fue secuestrado por temas de droga.

  • Con este pasaporte ingresó James Joseph Hillis a Colombia, a finales del año pasado. FOTO CORTESÍA
    Con este pasaporte ingresó James Joseph Hillis a Colombia, a finales del año pasado. FOTO CORTESÍA
  • Portada del diario Sunday World del pasado 5 de enero, en la que muestran la foto enviada por los secuestradores. FOTO CORTESÍA
    Portada del diario Sunday World del pasado 5 de enero, en la que muestran la foto enviada por los secuestradores. FOTO CORTESÍA
  • A la izquierda, el fallecido Joseph Moore (“Packie”); a su lado, la foto más reciente del secuestrado James Hillis. FOTOS CORTESÍA
    A la izquierda, el fallecido Joseph Moore (“Packie”); a su lado, la foto más reciente del secuestrado James Hillis. FOTOS CORTESÍA
20 de enero de 2020
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La fotografía de su ser querido de rodillas, con el rostro golpeado y una pistola apuntándole a la cabeza, empuñada por delincuentes con la cara cubierta y uniformes de uso privativo de las Fuerzas Armadas de Colombia, viajó por el ciberespacio desde Suramérica hasta la lejana República de Irlanda, con el propósito de producir miedo en los familiares.

La imagen, que se filtró a los periódicos irlandeses, hace parte de las intimidaciones realizadas por una organización narcotraficante que tiene en su poder a James Joseph Hillis, un ciudadano irlandés de 40 años, quien fue secuestrado en nuestro país hace tres meses, según la Fiscalía.

Este caso, el segundo conocido en los últimos tres años, deja al descubierto una trama de narcotráfico, cada vez más visible, entre Colombia, España y las islas británicas.

De acuerdo con la información publicada hasta ahora en la prensa irlandesa, Hillis es oriundo de Loch Garman, un pueblo del condado de Wexford. Es padre de tres hijos y reside en la ciudad española de Tenerife, desde donde viajó a territorio colombiano en octubre de 2019.

Diarios como The Irish Post señalaron que, un mes después, sus allegados comenzaron a ser extorsionados vía Whatsapp, por supuestos narcotraficantes que pedían 150.000 euros (547 millones de pesos) por su liberación.

Como prueba de que tenían a Hillis, enviaron imágenes en las que aparece golpeado y encadenado. Una de esas fotos llegó a la prensa y fue publicada el pasado 5 de enero por el tabloide Sunday World.

EL COLOMBIANO inició averiguaciones para profundizar la información. Desde la Oficina de Prensa de la Cancillería indicaron que, tras consultar con su Dirección de Asuntos Consulares y su Dirección para Europa, no tenían conocimiento oficial de este incidente.

No obstante, fuentes judiciales y militares le confirmaron a este diario que ya hay un expediente en curso. La Fiscalía se enteró del secuestro en noviembre y la misión fue asumida por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) adscritos al Gaula Militar de Cundinamarca.

En sus pesquisas establecieron que, presuntamente, el irlandés estaba en Colombia negociando con traficantes de droga. Al parecer hubo desacuerdos y fue retenido por una estructura de narcos de Valle del Cauca.

El pasado 3 de diciembre el CTI y el Gaula allanaron una casa en el corregimiento Villa Paz, del municipio de Jamundí, pero los secuestradores ya se habían llevado a Hillis.

En el lugar fue capturado uno de los supuestos carceleros, Luis Felipe Torijano Caicedo. La Fiscalía le imputó cargos por secuestro extorsivo, porte ilegal de armas y municiones y concierto para delinquir agravado.

Los detectives han realizado otros dos allanamientos, sin éxito. El paradero de Hillis sigue siendo un misterio.

El extranjero, de acuerdo con lo dicho por la Policía irlandesa a los reporteros de esa nación, tiene antecedentes por hurtos menores. En abril de 2016, según Irish Central, fue condenado a 18 meses de prisión tras haber aceptado su culpa en un robo.

Esta es la segunda vez que un irlandés resulta implicado en una retaliación internacional por narcotráfico en Colombia, en apenas 32 meses, según los reportes de las autoridades colombianas.

El caso de “Packie” Moore

El 1 de mayo de 2017, el irlandés Joseph Francis Moore, apodado “Packie”, llegó a Medellín procedente de España.

Según información suministrada a EL COLOMBIANO en ese momento, por la Dirección Antinarcóticos de la Policía, el propósito del forastero era interceder en un conflicto entre narcos, para calmar los ánimos por la pérdida de un cargamento de cocaína.

La teoría del caso es que unos traficantes de Medellín tenían un acuerdo con el Clan Kinahan, una banda de Dublín, para enviarle la mercancía por vía marítima hasta un puerto de España, con el objetivo de que ellos la distribuyeran en Europa.

El cargamento de 130 kilos de cocaína, camuflados con carbón, fue decomisado en febrero de 2016 en la ciudad costera de Valencia, lo que produjo reclamos entre los implicados, por el dinero invertido que se perdió.

Antes de viajar a Colombia, “Packie” Moore, de 55 años, le escribió un mensaje de texto a un amigo, diciéndole que temía por su vida.

Ese miedo no era infundado. El 2 de mayo de 2017, un día después de haber llegado a Medellín, su cadáver fue encontrado por un campesino en una cañada del sector rural Santa Clara, en el vecino municipio de Caldas. Estaba desnudo, maniatado y con la cabeza envuelta en papel adhesivo. Las autoridades atribuyeron la autoría del homicidio a la organización criminal “la Oficina”.

El caso fue asignado a un fiscal local de Caldas, quien al ver la magnitud de los hechos, remitió el expediente a la Dirección Central en Bogotá, para que le fuera asignado a una Fiscalía Especializada. Por el momento no hay avances en la investigación ni capturados por el asesinato.

Ruta a las islas británicas

Para la Fiscalía no es un secreto que los narcos colombianos están incursionando cada vez más en el mercado europeo, debido a la cotización del euro frente al peso, y como una forma de eludir las acciones de la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos) en EE.UU.

Las principales rutas son marítimas y terminan en los puertos de Italia, España, Holanda y Bélgica, según un reciente estudio de Europol (EU Drug Markets Report 2019).

“Más bandas europeas han establecido presencia en Latinoamérica. Esto genera un nuevo modelo comercial para gestionar la cadena de suministro, permitiendo la compra de grandes cantidades de cocaína cerca de áreas de producción a menores costos. Eso está impulsando la competencia y el conflicto en el mercado de la cocaína”, documentó la agencia policial europea.

Esto implica que hay una democratización creciente de las relaciones entre traficantes colombianos y europeos: ya no solo hay tratos con las mafias tradicionales de España e Italia, que datan desde los 80, sino que hay nuevos jugadores, entre ellos grupos ilegales albaneses, marroquíes, franceses, turcos, alemanes y, como se detalla en este reportaje, irlandeses y británicos.

Su presencia comenzó a notarse en 2016, cuando la Embajada de Reino Unido envió una carta a la Fiscalía colombiana, advirtiendo sobre los movimientos de delincuentes de aquellas latitudes.

Con esa información, el 3 de septiembre de ese año el CTI allanó una finca en Copacabana, encontrando un laboratorio de droga y 300 kilos de cocaína mezclados con pegante industrial.

El siguiente golpe fue el 2 de noviembre de 2017, con la detención de 18 personas supuestamente involucradas en la ruta de tráfico entre Colombia y las islas británicas, mediante el camuflaje de la cocaína en comida para animales. El presunto líder era el inglés Andrew Mark Deamer, alias “Marcos”, quien cayó en una finca de Rionegro, Antioquia.

En esa misma investigación fue judicializado el empresario paisa Juan Santiago Gallón Henao, acusado de patrocinar la estructura, quien además fue incluido en la Lista Clinton por parte del Departamento del Tesoro de EE.UU.

En noviembre de 2017 fue arrestado otro inglés en el aeropuerto de Rionegro, Michael Joseph Murphy, investigado por ser el supuesto cabecilla de una banda involucrada en la muerte de dos holandeses en República Dominicana.

Y uno de los episodios más conocidos es el escándalo del “narcojet”, por el que en 2018 fueron detenidas siete personas que conspiraron para enviar, en avión de lujo, media tonelada de cocaína a Londres.

Según datos de la Oficina contra las Drogas y el Crimen de la ONU, citados por The Telegraph (2017), cuatro países ubicados en las islas británicas han estado entre los 10 que más consumen cocaína en el mundo: Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda.

Sobre el secuestro de James Hillis, EL COLOMBIANO se comunicó con la Embajada de Irlanda en Bogotá. Desde la oficina diplomática informaron que ya están enterados del caso y en coordinaciones con las autoridades locales.

El próximo 23 de enero será el cumpleaños número 41 del extranjero. A pesar de todo lo que ha pasado, su familia espera una buena noticia.

Podría interesarle: Irlandés habría sido secuestrado en Colombia, según prensa extranjera

Portada del diario Sunday World del pasado 5 de enero, en la que muestran la foto enviada por los secuestradores. FOTO CORTESÍA
Portada del diario Sunday World del pasado 5 de enero, en la que muestran la foto enviada por los secuestradores. FOTO CORTESÍA
$!A la izquierda, el fallecido Joseph Moore (“Packie”); a su lado, la foto más reciente del secuestrado James Hillis. FOTOS CORTESÍA
A la izquierda, el fallecido Joseph Moore (“Packie”); a su lado, la foto más reciente del secuestrado James Hillis. FOTOS CORTESÍA

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