El director Ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta celebró la sanción presidencial de la nueva Ley de Monopolio Rentístico de Licores que ya entró en vigencia.
“A través de esta Ley se equilibra la carga impositiva entre los licores nacionales y los importados y, además, se aumentarán los recaudos por impuesto al consumo de licores en un 19 %. Según los cálculos y proyecciones de la Federación Nacional de Departamentos y de ACIL, que representa la industria nacional de los licores, se estima que dicho recaudo pasará de $1.4 a $1.8 billones anuales”, dijo.
Lo anterior, afirmó, tiene una doble importancia para los departamentos: “además de que el recaudo por concepto del impuesto al consumo de los licores representa más del 40 % de sus recursos propios, el mismo tiene la salud y la educación como destinación específica”.
Lo que establece la ley
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, que fue el autor de la misma, “se va a aumentar el recaudo por impuestos a los licores, vinos y aperitivos en un 20 %. Hasta este año los Departamentos reciben $1.5 billones por este recaudo y esperamos que sea $1.8 billones al año a partir de 2017”.
En la nueva legislación se fortalece la industria nacional de licores porque se modifican los impuestos al consumo de las bebidas destiladas, vinos, aperitivos y similares estableciendo reglas claras sobre cómo se introducen y producen en los departamentos.
En el caso del el aguardiente y la industria de licores en Colombia, básicamente va a poder descontar el IVA que paga en los insumos, algo que hoy en día no lo puede hacer.
De acuerdo con el Régimen de Impuestos de Licores que fue aprobado, la carga tributaria para productos destilados nacionales e importados se igualó en $220 por grado de alcohol y estableció un impuesto al consumo con tres componentes: 1. Un impuesto de $220 por grado de alcohol para todas las bebidas. 2. Impuesto de 25 % del valor final del producto. (Ad Valorem ) 3. Añade impuesto de IVA del 5 % sobre el precio de venta.
En el caso de los vinos, estos productos fermentados, pagarán menos impuestos que los alcoholes destilados, teniendo en cuenta que causan menos daño a la salud.
“El vino va a tener un tratamiento preferencial, el régimen aprobado establece que en lugar de los $220 por grado de alcohol, que tienen los licores destilados, va a tener $150 de impuesto por grado de alcohol y un Ad Valorem del 20 % sobre el precio de venta al público, mientras que el resto de licores tienen un 25 % del impuesto sobre el precio de venta al público”, explicó el Ministerio de Hacienda.
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