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Dejación de armas es apuesta del Eln para destrabar proceso de paz

Analistas consideran que el anuncio es positivo pero que no concreta el inicio de diálogos.

  • Dejación de armas es apuesta del Eln para destrabar proceso de paz
08 de enero de 2015
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procesos de paz entre el Gobierno y el Eln se dieron desde 1991 hasta 2007.
50
años en el monte completa el grupo guerrillero que busca otra negociación de paz.

La decisión unánime de las estructuras con poder de decisión dentro del Eln de considerar dejar las armas podría convertirse en el impulso para destrabar las conversaciones de paz con ese grupo insurgente, que se estancaron en diálogos exploratorios desde hace un año.

La posición otrora inamovible de este grupo al inicio de los acercamientos con el Gobierno, respecto a considerar silenciar los fusiles de cerca de 2.000 combatientes con un acuerdo de fin del conflicto, ha sido uno de los obstáculos para consolidar un proceso de paz paralelo al que avanza con las Farc este 2015.

Por eso el esperado anuncio de los máximos jefes del Eln, difundido ayer, revivió el optimismo de que la solución política al conflicto armado acoja a la segunda guerrilla colombiana en tamaño e historia.

A través de un video, el máximo jefe eleno, Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, aseguró que “el Gobierno ha planteado su disposición a poner fin al conflicto armado y, para ello, ha convocado a la insurgencia”.

En respuesta a ese llamado, el líder subversivo explicó que tras un consenso logrado en el quinto congreso del Eln, con todos los jefes de las estructuras, “asistimos a este diálogo para examinar la voluntad real del Gobierno y del Estado colombiano. Si en este examen concluimos que no son necesarias las armas tendríamos la disposición de considerar si dejamos de usarlas”.

Hasta el anuncio de ayer, la negativa del Eln a dejar las armas frenó el inicio de las negociaciones. De acuerdo con un funcionario cercano a los diálogos de paz, los jefes elenos se mostraban firmes en solo acceder a entregar los fusiles “después de la negociación de la agenda y tras comprobar la implementación de los acuerdos”.

Agregó que el Gobierno no aceptó esta condición, y lo mismo que les exigió a las Farc se lo hizo saber a la guerrilla guevarista. En ese debate se “dilató” el comienzo en firme de las conversaciones con los elenos.

Mensaje de unidad

La importancia del anuncio radica en dos hechos de trascendencia para aproximar los diálogos este año, según León Valencia, exmiembro del Comando Central del Eln (Coce) y hoy director de la Fundación Paz y Reconciliación.

“Primero, la decisión de considerar la dejación de armas, un paso difícil para cualquier guerrilla, se toma en el máximo espacio deliberativo del quinto congreso. Segundo, incorpora a alias “Pablo” o “Pablito”, lo que asegura el compromiso unánime del Eln”.

Valencia enfatiza que dentro del Eln confluyen dos “líneas con poder”, que representan el Comando Central liderado por alias “Gabino” y el Frente Domingo Laín, cuyo máximo jefe es “Pablo”.

Esa estructura es la dominante en el nororiente del país, en plena zona petrolera donde el Eln ha concentrado su más enconada oposición a la explotación extranjera de recursos naturales con sus atentados contra la industria del petróleo.

En cuanto a una eventual dejación de armas si fructifica un proceso de paz, el analista considera que será un tema complejo porque contempla “un cese el fuego bilateral, verificación, incluso internacional y concentración de tropas en los territorios”.

Ese modelo de negociación, similar al que se planea con las Farc, favorece el diálogo con el Eln, a diferencia de otras guerrillas que se desmovilizaron en los años 90 como el M-19, que dejaron sus armas y se fueron a las grandes ciudades a reintegrarse y participar en política.

En contraste, “Gabino” ha reiterado en varios mensajes que sus militantes se mantendrían en las regiones para ejercer la política, lo que tiene tanto partidarios como detractores que advierten el riesgo de que continúe la presión sobre la población civil.

La agenda con los elenos

El anuncio del Eln, de considerar una dejación de armas, también genera expectativa por la agenda de negociación que se concrete si finalizan con éxito los diálogos exploratorios con el Gobierno, realizados en Ecuador y Brasil.

Los comunicados de ambas partes anticipan que se discutirá en una mesa de negociación independiente de las Farc. Dos temas seguros serán la explotación de recursos naturales y la participación social. En el video del Eln, el miembro del Coce, Eliécer Erlinto Chamorro Acosta, alias “Antonio García”, insistió en lograr las “transformaciones que necesita Colombia” mediante “una salida política al conflicto que le traiga felicidad a Colombia. Que no se entienda que la paz es solo la dejación de armas o que no exista el conflicto armado”.

Esas “transformaciones” anticipan lo que otro exjefe desmovilizado del Eln, Carlos Arturo Velandia, (alias “Felipe Torres”) considera que será un modelo similar al de las Farc con sus diferencias propias.

“Hay temas comunes como el reconocimiento a las víctimas, las garantías de participación política y la asamblea constituyente. Pero el Eln tienen una oposición al modelo de explotación del sector energético y de hidrocarburos”, dice Velandia.

A su juicio, el comienzo de la negociación con el Eln se dilató porque el Gobierno dio “toda la atención a quien considera la amenaza mayor, las Farc, y la amenaza menor, que es el Eln, la posterga. Eso ha resentido al Eln”.

También advierte que “la paz solo es posible con todos los actores del conflicto y no sería posible cumplir los acuerdos con las Farc en todo el territorio nacional si persiste el conflicto con el Eln”.

A pesar del mensaje conciliador del grupo subversivo, no hay respuestas a la gran expectativa que había en el anuncio de ayer sobre temas sensibles para la sociedad. No responden al llamado del presidente Juan Manuel Santos para sumarse al cese el fuego unilateral de las Farc como gesto de voluntad.

En opinión del analista Álvaro Sierra, lo único que hizo el Eln “fue una figuración mediática para contar los resultados de su quinto congreso pero no avanzaron de lleno en los propósitos de sentarse a negociar”.

En medio de estas dificultades, analistas como Javier Ciurlizza, director para América Latina y el Caribe de International Crisis Group, sostiene que la guerrilla hoy es más “pragmática” sobre la imposibilidad de tomarse el poder por las armas. Y reconoce que “hay cambios políticos en Latinoamérica que respaldan superar el conflicto por la vía pacífica, como lo demuestran la llegada al poder de varios gobiernos de izquierda”.

Así también lo reconoce en el mensaje el jefe eleno alias “Pablo Beltrán”. “Hay un camino de cambio en América Latina al que Colombia tiene que articularse”. Pero insiste en que “la lucha” contra las clases gobernantes” debe proseguir con más “movilización”.

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