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La gente necesita presencia estatal, no solo que quiten las minas: General (r) Colón
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Rafael Colón Torres fue uno de los ganadores del Premio Nacional de Paz 2015. FOTO COLPRENSA
22 de abril de 2016
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El general Rafael Colón, uno de los precursores del proyecto piloto del desminado humanitario que comenzó en la vereda Orejón, del municipio de Briceño, hizo público que deja su cargo como director para la Acción Integral para las Minas Antipersonal.
EL COLOMBIANO dialogó con este general retirado que cuenta los motivos de su salida y los retos que quedan de cara a ese complejo proceso de limpiar territorios de las minas antipersonal producto del conflicto armado:
¿Por qué se va?
“Es un asunto netamente personal, dialogado en el seno de mi familia, necesito ponerme al frente de unos temas que son muy importantes para el futuro profesional de mis hijos, debo estar ahí para atenderlos y acompañarlos. Quiero dejar un mensaje de gratitud a todo el equipo de Gobierno que acompaña este proceso de acción contra minas”.
¿Cómo queda la Dirección de Atención Integral contra Contra Minas (Daicma)?
“Queda en un punto importante en el país, se comienza y se pone en evidente conocimiento, aunque falta mucho aprendizaje y comprensión de la complejidad. A los alcaldes y gobernadores les estamos haciendo pedagogía, eso hace parte de un proceso de aprendizaje, porque seguramente ellos tienen la expectativa de que mañana comencemos a desminar, a que comiencen los procesos. El país debe tener claro que el desminado se adelanta en 20 municipios, en los cuales ya ha habido seguridad consolidada, y quizás en algunos de esos municipios, muchos de ellos en Antioquia, el tema de las minas ya ha pasado a un segundo orden, y lo más importante era de llevar desarrollo social”.
¿Quedó con algún reto pendiente?
“Un proceso tan complejo como es el de ir a quitar minas en zonas donde es difícil entrar y que requiere de una coordinación institucional importante, pues siempre quedarán faltando cosas, yo creo que lo importante es que el país ya tiene en su mente que el desminado es el primer paso para llevar desarrollo rural, no podemos quitar hojas o cultivos de coca si hay minas, no podemos construir escuelas rurales si hay minas. Ahora hay que hacer una gran cruzada pedagógica que ya está en marcha en varias zonas del país”.
¿El proyecto piloto de desminado en Orejón, deja enseñanzas para futuros proyectos?
“Gracias a eso, ya pensamos en entrar a muchos otros municipios, el reto también es enseñarle a los gobernantes como desminar, lo que se hemos aprendido con la vereda Orejón es rico en enseñanzas técnicas, políticas y sociales. La idea es que los alcaldes y los gobernadores lideren los procesos de desminado, para que no sea una estrategia solitaria, sino integral, con muchos elementos sociales, porque la gente no solo necesita que quiten las minas, necesitan presencia estatal, eso lo aprendimos en Orejón, esa vereda tiene apenas nueve kilómetros cuadrados, 25 familias, 85 habitantes, pero la dimensión del problema de esa población nos muestra que el desafío es mayúsculo”.
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