language COL arrow_drop_down

Plan piloto marca ruta de regreso a jardines y hogares del ICBF

La entidad realizará una prueba para preparar el retorno gradual de 1.7 millones de niños.

  • Por cierre de establecimientos para primera infancia, Icbf repartió más de 8 millones de raciones de alimento. FOTO Edwin Bustamante
    Por cierre de establecimientos para primera infancia, Icbf repartió más de 8 millones de raciones de alimento. FOTO Edwin Bustamante

El pasado jueves se cumplieron siete meses desde que la directora del ICBF, Lina Arbeláez, informó del cierre temporal por la emergencia sanitaria causada por el covid, de todas las Unidades de Servicios: Centros de Desarrollo infantil, Hogares Infantiles y Hogares Comunitarios del Instituto que atienden cerca de 1.7 millones menores de cinco años de edad.

Pues bien, a través de un plan piloto, la entidad allanará el camino para un el retorno masivo a dichos entornos, fundamentales para la primera infancia del país.

Desde el próximo 26 de octubre, 10 Unidades de Servicio en Antioquia, Córdoba, Bolívar y Bogotá abrirán sus puertas bajo el esquema de alternancia, tras una etapa de alistamiento que contemplará evaluación de protocolos de bioseguridad, capacitación de personal y socialización con la comunidad.

Consultada acerca de cuáles serán esas unidades que conformarán el piloto, la entidad manifestó que “están en proceso de definición y la próxima semana harán el anuncio”.

Lo que sí precisó la directora Álvarez, quien estuvo ayer en correría por Antioquia, es que para la estructuración del piloto contempló “el indicador de contagio de covid-19, el nivel de preparación del sector salud, las condiciones de infraestructura, del talento humano y usuarios de las unidades preseleccionadas”.

Lugares de protección

Para Ximena Norato, directora de la Agencia Pandi, dedicada a velar por la protección de los niños, que se avance en el regreso gradual a estas unidades es prioritario para la primera infancia atendida, por varias razones.

Primero, porque “los niños y las niñas se desarrollan integralmente en la socialización, en aprendizaje con pares y en el juego”. Además, otra razón esencial, expone, es que muchos niños solo podrán recuperar seguridad alimentaria una vez regresen, pues por más esfuerzos que haga la entidad no es posible garantizar este beneficio a plenitud mientras los menores estén en casa.

“Pensemos en este escenario: hay una mamá en un hogar que perdió ingresos en pandemia y tiene dos hijos; uno de dos añitos y otro de ocho. Recibes la ración domiciliaria del ICBF y ¿qué haces? Repartirla entre ambos. Vamos a ver problemas en primera infancia con el agravante de que los controles de seguimiento y desarrollo se venían haciendo virtualmente. Con la presencialidad, volverán los seguimientos para saber qué tanto se afectó su desarrollo”, concluye.

Andrés Duarte, excoordinador de Entornos Saludables de Minsalud y magister en desarrollo social, señala además que “la oportunidad de que los niños sean valorados en otros espacios diferentes al hogar permite detectar señales de riesgo emocional que muchos papás no logran advertir”.

Pese a estas dificultades que manifiestan los expertos, el ICBF considera que logró garantizar la atención a los niños durante el cierre de estas unidades.

En debate de control político hace dos semanas, la subdirectora del Instituto, Liliana Pulido, manifestó que durante la pandemia, con corte al 31 de agosto, entregaron “8.053.113 raciones para preparar (contiene arroz, huevos, bienestarina, pastas, aceite de soya, entre otros), kits pedagógicos, cartillas; y hemos logrado más de 40 millones de llamadas para fortalecer el cuidado y la crianza”.

Además dispusieron de 177 unidades móviles del Instituto, 44 equipos móviles y 20 unidades de Búsqueda Activa para atender casos de niños con desnutrición aguda.

Opiniones divididas

Aunque la directora de la entidad enfatizó que solo serán estas 10 unidades las que operarán con alternancia este año (lo harán hasta el 31 de diciembre), Yolima Pedraza, agente educativa de la entidad, piensa que “se debería hacer un esfuerzo para lograr un regreso más amplio”.

“Todos tenemos temores comprensibles, pero, además de buscar mayor bienestar de los niños hay que pensar que la apertura de estos lugares ayuda a muchas mamás en el país a establecerse laboralmente”, dijo Pedraza.

Contrario a esta posición, voceras de madres comunitarias de zonas como el Eje Cafetero y Amazonas le manifestaron a la directora, durante la socialización de este plan gradual de retorno, que no lo consideraban aún prudente.

De todas maneras, mientras el comportamiento del virus lo permita, esta y otras iniciativas tanto de instituciones públicas como privadas, seguirán buscando ganar algún espacio en cuanto a regreso a las aulas para no arrancar 2021 desde ceros en esa nueva realidad.

Juan Felipe Zuleta Valencia

Soy periodista porque es la forma que encontré para enseñarle a mi hija que todos los días hay historias que valen la pena escuchar y contar.

Te puede interesar