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Elecciones 2023: Los verdes se ponen en alerta por intento petrista de quitarles votos
A congresistas como Ariel Ávila e Inti Asprilla no les disgusta la idea de que, vía transfuguismo, puedan estar oficialmente en el Pacto y apoyar a quien diga Petro en 2023. Pero hay temores.
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La bancada verde cuenta con ocho senadores y 15 representantes. Algunos han reclamado que el Gobierno no los ha tenido en cuenta al tramitar y respaldar sus proyectos. De izquierda a derecha: El ministro Alfonso Prada, la senadora Angélica Lozano y el también senador Inti Asprilla. FOTO: ARCHIVO PARTICULAR
06 de diciembre de 2022
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El denominado Frente Amplio que le permitió a Gustavo Petro alinear sectores alternativos alrededor de su figura y conquistar la Presidencia corre el riesgo de volverse fugaz. Si bien hoy es una gran coalición de fuerzas que le garantiza gobernabilidad en el Congreso, es un proyecto que sigue en construcción, que no ha estado exento de flaquezas, y que ahora está llamado a encarar un desafío mayor: llegar unido a 2023. Y ahí está el lío.
De tal dimensión es el desafío, pero también el riesgo, que Petro le encomendó a su ministro del Interior, Alfonso Prada, liderar reuniones y apersonarse del diálogo con los sectores. El encuentro más reciente fue el 28 de noviembre en La Casa Giralda del Ministerio.
De fondo están las elecciones regionales y el objetivo de asegurar la mayor cantidad de alcaldías y gobernaciones para la coalición. El reto no es menor si se considera que el petrismo está llamado a mantener plazas en las que triunfó en 2019: Medellín (con Daniel Quintero a bordo), Cali (con Jorge Iván Ospina) o Magdalena (con Carlos Caicedo), por mencionar algunas. La meta a largo plazo es aumentar las chances de que Petro deje sucesor para 2026.
No obstante, cuando se trata de esos terruños locales, decisivos en los peldaños de poder, la pelea es a otro precio. Por ello, desde ya se libran sendas batallas dentro del Frente Amplio –conformado por el Pacto Histórico, la Alianza Verde y facciones de los partidos Liberal y de ‘la U’– por asegurar esas plazas.
Y es que, precisamente, en los verdes es donde hay mayor expectativa, pero también incertidumbre, frente a la coalición para 2023. Si bien es conocida la afinidad e incondicionalidad de algunos de sus representantes con el petrismo –como los congresistas Inti Asprilla, Esmeralda Hernández o Ariel Ávila–, no menos público es el recelo que le tienen otros –como Angélica Lozano o Jota Pe Hernández–.
“Se están buscando candidaturas únicas para gobernaciones y alcaldías, o siquiera un mecanismo de escogencia. Pero no es fácil: dentro del petrismo duro hay una consigna de que ellos fueron los elegidos para gobernar y solo ellos pueden ser los candidatos. Pero es que ni siquiera tienen votos y esas discusiones, de las filas radicales del Pacto Histórico, paralizan muchos temas”, dijo un senador de los verdes que, como la mayoría de fuentes consultadas, accedió a hablar con la condición del anonimato.
La dualidad está entre quienes temen que el partido se vuelva un actor secundario y termine siendo apéndice del petrismo, y entre aquellos que, inclusive, han hablado de dar el salto formal al Pacto Histórico –a través del transfuguismo que se discute en la reforma política– y vincularse al movimiento del presidente. De por medio, como siempre en política, están los votos.
“En el Verde se puede tener voz propia y disentir. En el petrismo no e implicaría volvernos el apéndice de Petro, para solo decir ‘sí señor’ a lo que pida”, declaró una congresista. “Yo prefiero no meterme en ese tema porque no es una idea mía. Sobre elecciones 2023 el debate está aún en etapa de embrión y si me pongo de hablar ahorita de cosas que no se han hablado formalmente, puedo generar ruidos que no son”, sostuvo a su turno otra de las legisladoras consultadas.
“Acá se hace lo que diga Petro, no el petrismo, porque muchos son gente sin votos. La apuesta es unificar listas y que donde no haya consenso sí existan siquiera consultas. Hay casos como los de Medellín en donde hay mucha división, porque hay gente del Pacto que no gusta de Daniel Quintero y no quiere que le impongan apoyar a su sucesor”, explicó una representante a la Cámara de los verdes.
Uno de los pesos pesados dentro la colectividad admitió que, frente a la posibilidad de abrir la puerta al transfuguismo, hay opiniones divididas y no hay una posición unificada, más si se tiene en cuenta que la reforma política aún está en pleno debate. “Se ha conversado, pero tampoco es que signifique una gran transformación. A unos les parece bien, a otros no les suena tanto. Falta ver qué pasa, porque en el verde seguimos sin tener una posición como partido”, señaló.
A su turno, el senador Inti Asprilla, uno de los consultados que se atrevió a hablar con nombre propio, advirtió que el tema “aún está biche”, pero reconoció que “es probable” que aquellos sectores que han tenido resistencia a Petro ahora la tengan con el Frente Amplio con miras a las regionales. “Hay personas que nos la hemos jugado a la unidad que hemos hablado del tema, pero eso está crudo. Probablemente este año cerremos así y verdaderamente se comience a discutir a mediados de enero. Es probable que los que han tenido reticencias con Petro, las tengan ahora con el Frente”.
La discusión corre el riesgo de prolongarse y acrecentar el ruido dentro de la misma coalición respecto a los apoyos de los verdes. Un asunto de gravedad si se tiene en cuenta que no solo ellos están fragmentados, sino que hay pujas en otros movimientos que comienzan a florecer, como la protagonizada por Roy Barreras, que propuso a Germán Vargas Lleras como candidato a la Alcaldía de Bogotá por el Frente, lo que le valió reparos y críticas dentro del petrismo. La anhelada unidad y convergencia está en veremos y a ninguno le convendría montar rancho aparte. El tiempo apremia y más cuando la campaña ya arrancó de manera informal.
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