Armando Benedetti apareció en la pantalla frente al magistrado Ariel Torres durante la tarde del lunes pasado. Torres hace parte de la Sala Especial de Primera Instancia que está a cargo del juicio al ministro del Interior y hombre más poderoso del Gobierno. La sala de Instrucción de la misma Corte lo acusó por el delito de tráfico de influencias, por supuestamente haber intermediado en un contrato del Fonade (Fondo Nacional de Desarrollo) para una empresa llamada Certicámara.
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EL COLOMBIANO contó en exclusiva los detalles de la investigación que lo llevó a juicio. En la sala hubo un tremendo debate porque la acusación original pedía juzgar a Benedetti también por el delito de interés indebido en la celebración de contratos; este se cayó en la última discusión. El caso es complejo, pero está relacionado con una reunión y una entidad que en el Gobierno Santos fue entregada a los llamados “ñoños”, los jefes políticos de Córdoba, en contraprestación por sus resultados electorales.
En 2014, Santos había perdido la primera vuelta frente a Óscar Iván Zuluaga y eso ponía en riesgo la continuidad del Acuerdo de Paz con las FARC. El expresidente construyó un movimiento de partidos políticos llamado unidad nacional que recogía a los tradicionales y a las nuevas estrellas de la política. Esos eran Miguel Elías Vidal y Musa Besaile Fayad.
La reunión referida en las evidencias que acumuló la Corte contra Benedetti ocurrió el 06 de octubre de ese año. Según los testimonios de los asistentes, el entonces ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, citó a la Casa de Nariño al Ñoño, Benedetti, Musa y una asesora del senador hoy ministro, llamada Elsy Mireya Pinzón. La noticia era puntual: Santos había decidido entregarles el Fondo Nacional de Desarrollo por las votaciones que lograron darle el giro a las elecciones y poner a Santos a ganar en segunda vuelta. Córdoba y la costa Caribe fueron fundamentales.
El documento expone a partir de los testimonios de Musa y Elías cómo, luego de esa reunión en la Casa de Nariño, La U escogió una terna suya para que el Gobierno eligiera al director de la institución. El escogido fue Ariel Alfonso Aduén. La hoja de vida de Aduén fue llevada por el propio Benedetti a Palacio, de acuerdo con el tribunal. En ese capítulo entra otro nombre.
Se trata de Jorge Iván Henao, que es el testigo clave en la investigación para la acusación contra Benedetti. Fue su declaración la que hizo que los magistrados decidieran en la Sala Plena que el jefe de Despacho debía ser acusado por tráfico de influencias.
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Henao le dijo a la magistrada Cristina Lombana que había sido amigo de la infancia del Ñoño Elías y que, una vez ganaron las elecciones de 2014 con el presidente Juan Manuel Santos, este buscó al Ñoño para que le ayudara con un cargo en Fonade.
Henao terminó siendo nombrado como enlace del Fonade con el Congreso. La acusación contra Benedetti fue contundente. Un día en los pasillos del Congreso, Henao conoció al senador de la U que ya tenía protagonismo nacional porque era amigo de varios periodistas y asistía rutinariamente a mesas de debate. En el momento de su visita a los congresistas, el Ñoño lo presentó con Benedetti, que le habló inmediatamente de la necesidad de buscar un contrato a la empresa Certicámara.
“Un diálogo como de presentación, al final Benedetti Villaneda me dice que por favor le ayude con una empresa, a ver, si se le puede generar un espacio en una contratación de la entidad... que Certicámara... es una empresa buena, que es una empresa fuerte, que puede hacer las cosas bien y que por favor trate de buscarle un espacio en la entidad”, aseveró el testigo.
Luego de esa petición, Henao hizo lo propio y llamó a un funcionario de Fonade de nombre Héctor Amar para “darle la instrucción” y buscar el espacio.
El Fonade entonces inició un proceso de contratación para la identificación y digitalización de más de cinco millones de folios que era necesario en el objetivo de tener la información al día de todos los datos de la entidad. Se hicieron estudios previos, se garantizó la disponibilidad de los recursos y se abrió el paso a paso contractual.
El 01 de agosto de 2017, luego de varios trámites y modificaciones que habrían beneficiado a la empresa recomendada de Benedetti, el Fonade entregó el contrato de 741 millones de pesos a Certícamara para la digitialización de los folios. Después se consideró que para poder finalizar el contrato se necesitaba un adición del 52 % al valor inicial. El valor terminó siendo de alrededor de 1.000 millones de pesos.
La audiencia preparatoria contra Benedetti es el inicio de un juicio formal en la Corte. El ministro con las llaves del poder del Gobierno Petro, que se encuentra en campaña por la reelección de su proyecto, ha sobrevivido a todos los escándalos imaginables que un político podría considerar como una crisis definitiva en su carrera. Justo el día de la audiencia de su juicio dijo que lleva un año sin consumir drogas y alcohol tras el inicio de una rehabilitación que él mismo confesó. Ahora el país conocerá si es inocente o culpable. En el caso sentenciaron a sus entonces colegas y amigos de Córdoba. Benedetti es el único que participó en esas reuniones que hasta ahora no fue condenado.
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- ¿Qué es el caso Fonade y por qué está en juicio Benedetti?
- Es un proceso de la Corte Suprema por tráfico de influencias. Se acusa a Benedetti de intermediar en un contrato para Certicámara.
- ¿Quiénes ya fueron condenados en el caso Fonade?
- Los exsenadores Bernardo “Ñoño” Elías y Musa Besaile ya recibieron condena por irregularidades en este mismo escándalo.
- ¿Qué consecuencias tendría una condena para Benedetti?
- Si la Corte lo declara culpable, el ministro perdería su cargo y su carrera política quedaría en entredicho.