viernes
7 y 9
7 y 9
El norte no tan claro del liberalismo socialdemócrata
Esta tendencia política surgió como una alianza de congresistas de varios partidos en el Senado. No han definido si seguirá de cara a las elecciones.
-
La bancada liberal socialdemócrata está conformada por congresistas de los partidos de La U, Liberal y Cambio Radical. FOTO COLPRENSA
03 de febrero de 2021
bookmark
En octubre del año pasado, sin tanto ruido como otras organizaciones políticas, se anunció la creación de una nueva alianza: la Liberal Socialdemócrata –LSD, por las siglas que le dio el senador Roy Barreras–. No surgió como un movimiento político estructurado, con un liderazgo claro y con unas metas definidas en materia electoral (como pasó con Dignidad, el partido surgido de la salida de varios sectores del Polo Democrático), sino como una alianza en el Congreso.
Lo particular de esta alianza es que sus miembros son de partidos que han sido, en uno u otro momento, cercanos al actual presidente: La U, Cambio Radical y el Partido Liberal (que apoyó a Iván Duque en la segunda vuelta presidencial).
Quienes conforman esta bancada son, por La U, Roy Barreras (que salió de dicho partido), Roosvelt Rodríguez, José Ritter López, Germán Hoyos y el representante John Jairo Hoyos. Por Cambio Radical, los senadores Temístocles Ortega y Rodrigo Lara. Y por el Partido Liberal, los senadores Luis Fernando Velasco, Andrés Cristo, Jaime Durán, Horacio José Serpa y Guillermo García Realpe.
¿Apuesta para 2022?
EL COLOMBIANO dialogó con tres de los miembros de la bancada liberal socialdemócrata –Roy Barreras, Luis Fernando Velasco y Rodrigo Lara– y encontró que, aunque hay puntos en común, también hay diferencias de fondo. La principal: cómo se preparan de cara a las elecciones legislativas y presidenciales de 2022 y si seguirán actuando como bancada o si, por el contrario, esta es una alianza coyuntural que no traspasará las fronteras del Capitolio.
Por ejemplo, al ser consultado sobre las aspiraciones electorales de 2022, Barreras –que se encuentra sin partido desde hace varios meses– aseguró que su intención es que aunque “la bancada LSD nace de un grupo parlamentario, la idea es que estos 11 senadores pudieran renunciar a sus viejos partidos y constituir una nueva colectividad para renovar el parlamento. Quisiera que más allá de la actividad legislativa, trascendiéramos para ser una opción política y ofrecer una opción de centro izquierda” (ver Para saber más).
Sin embargo, es otra la opinión de Velasco y de Lara. Por un lado, Velasco es enfático que no renunciará a su partido, el Liberal, sino que su intención es “transformarlo” desde el interior. “Yo voy a dar la pelea dentro del partido y haré lo que esté a mi alcance para que haga parte de una coalición socialdemócrata que, sin vetos, transforme a Colombia”, afirmó.
En ese sentido, aseveró que “un grupo de liberales que militamos en el partido, queremos convocar a todos los que defiendan estas ideas para integrar estrategias que nos lleven a que el partido acompañe esta coalición”.
Por su parte, Lara se distancia aún más que Velasco respecto a las aspiraciones de Barreras para esta particular bancada. Sobre esta, la define como “un grupo de acción parlamentaria, no un partido político”. Así, señala que lo que hacen es “unirnos alrededor de una ley”, como pasó con la propuesta para que el Gobierno Nacional extienda, por seis meses más, el subsidio a la nómina. Sin embargo, dice que sus aspiraciones van más allá de la continuidad de la bancada como una alianza suprapartidista.
“Yo tengo el propósito de construir un proyecto amplio de corte liberal transportista que abarcaría sectores más grandes que la bancada. Los colombianos están aburridos de los dos extremos y quieren una alternativa nueva” y puntualiza que dicho proyecto “va más allá de la bancada LSD, son propuestas distintas, aunque la mayoría de estos senadores sí podrían estar en este proyecto”.
Sobre el futuro de esta alianza, el Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, en un artículo de octubre pasado, indicó que “aún les queda mucho terreno por ganar. Tienen (los senadores) escasa presencia en las grandes ciudades, les falta llegar a las costas y al centro del país. Resta todavía una importante partida hasta 2022, en la que habría que ver cómo juegan las fuerzas más cercanas al centro, lo que queda del ‘santismo’ y otras personalidades disidentes de los partidos tradicionales, que cada vez parecen apostarle más a consolidarse como una alternativa de oposición”.
En lo que coinciden
Aunque hay diferencias de fondo de cara a lo que sigue para 2022 –un tema que capitalizará la discusión en los próximos meses–, lo que sí es cierto es que la bancada sí tiene puntos en común. No se trata solo del ejemplo dado por Lara, sino de otros temas.
Entre ellos, señala Barreras, está la defensa del acuerdo de paz con las Farc, la vigilancia de las políticas definidas por el Gobierno Nacional para la atención de la pandemia y temas ambientales como la aprobación del fracking en el país y la fumigación con glifosato, que sigue en discusión.
En todo caso, el camino para 2022 aún es largo y, en un recorrido como este, es complejo que ya existan opciones completamente definidas. Lo que seguirá en este proceso es el avance y la conformación de nuevas alianzas en el denominado sector del centro político, que buscará venderse como una alternativa a las otras opciones existentes
12
congresistas hacen parte de la bancada liberal socialdemócrata.
Te puede interesar
El empleo que busca está a un clic
