A través del Decreto 1900 del pasado 8 de octubre el canciller Carlos Holmes Trujillo nombró en provisionalidad como cónsul de Colombia en Washington a Erika Salamanca, una de las más reconocidas tuiteras del uribismo y detractoras del Acuerdo de paz con la Farc.
En una publicación, antes de cambiar la privacidad de su cuenta en Twitter, la nueva diplomático manifestó que, para ella, es un honor poderle servir a la comunidad colombiana en Washington, donde reside hace 15 años.
Agregó que en los últimos años trabajó en Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en el Banco Mundial y que, además, es profesional en Comercio Internacional y tiene una maestría en Gobernanza y Comunicación Política de la U. George Washington.
“Los últimos ocho años, como muchos de ustedes saben, fui el apoyo del presidente Uribe en DC para organizar y acompañar su agenda con importantes miembros del gobierno de los Estados Unidos y miembros del Congreso”, afirmó en la misiva.
Mientras que en la derecha celebraron el nombramiento, en la izquierda cuestionaron la seriedad de la carrera diplomática y compararon este nombramiento con el de Carlos Calero, durante el gobierno de Juan Manuel Santos.
Nicolás Petro, hijo de Gustavo Petro, lamentó que el presidente Duque haya nombrado en un cargo diplomático a una “incendiaria” como Salamanca.
En contraposición José Miguel Santamaría, excandidato al Senado del Centro Democrático, manifestó que el país debería es agradecer a Salamanca aceptar el consulado en Washington a cambio de renunciar al Banco Mundial, a un mejor salario y a su tranquilidad.