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Siete meses después de lo planeado se pudo realizar la Sembratón nacional que se había propuesto para los días 21 y 22 de marzo, y que se pospuso por la llegada de la pandemia al país.
Desde la Guajira hasta la Amazonía, y hasta en el archipiélago de San Andrés, voluntarios, empresas, alcaldías, fuerza pública y las 33 corporaciones autónomas sumaron, solamente ayer durante la jornada principal, 1.450.000 árboles plantados, dando un salto importante hacia la meta de 180 millones de ejemplares que prometió Iván Duque durante su cuatrienio.
Aunque la pandemia retrasó varios compromisos que hoy tendrían a Colombia más cerca de esa meta de reforestación propuesta, la viceministra de Ambiente, María Claudia García, considera que no solo es posible recuperar el terreno perdido, si no se logra una participación más consciente de la ciudadanía.
“Lo que hizo la pandemia fue ponernos frente a un espejo para ver las consecuencias de la destrucción de hábitat y la urgencia de la acción contra el cambio climático”, dijo.
Por su parte, el recién posesionado ministro de medio Ambiente, Carlos Correa, ratificó la seguridad del Gobierno de cumplir la meta de reforestación de la mano de las CAR y las demás entidades y organizaciones involucradas: “Para diciembre esperamos sembrar 50 millones”, expresó el jefe de la cartera.
Aunque la Sembratón deja un positivo balance, al ascender a 38 millones, es decir, poco más del 21% de la meta, frente a los 22 meses para finalizar el gobierno actual.
Sin embargo, para voces expertas en la materia como las organizaciones y sectores académicos que reúne el Foro Nacional Ambiental, más que los porcentajes de cumplimiento sigue preocupando que la planificación en torno a estas actividades de siembra sea adecuada.
“Una siembra en una zona que no va a tener participación de la comunidad para su seguimiento no ofrecerá verdadera restauración”, dice el exministro de Ambiente Manuel Rodríguez.
Por eso las organizaciones ambientales, aunque valoran la iniciativa, se concentran más en las labores de restauración que configuran el verdadero éxito forestal del país.
Este gobierno se propuso restaurar 300.000 hectáreas en el país, para ello deberá valerse de estrategias de mayor calado como el pago por servicios ambientales, una estrategia que construye gobernanza entre los comunidades campesinas e indígenas para la conservación de bosques y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Durante el cuatrienio pasado, con este mecanismo, se lograron conservar 96.22o hectáreas de bosque.