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Esto piden los libreros del Centro Comercial del Libro con banderas
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Los libreros de este centro comercial pidieron con banderas rojas atención. Foto: Cortesía
20 de junio de 2020
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Las librería más grande de Medellín, el Centro Comercial del Libro y la Cultura (CCL), está cerrado hace tres meses debido a la pandemia por la covid-19. A diferencia de otros centros comerciales este aún no tiene el aval para abrir.
El pasado viernes la Asociación de vendedores de libros de Antioquia (Avelan), que reúne a 75 librerías en el centro comercial ubicado en el pasaje La Bastilla del Centro de Medellín, colgó banderas rojas con el fin de llamar la atención de la Comisión de Salud de la Alcaldía de la ciudad.
“Entendemos que todo tiene un proceso pero nos indigna el silencio”, expresa Gilberto Galvis, presidente de Avelan y dueño de la Librería Peregrino.
Se refiere a que todavía no los han visitado desde la Secretaría de Salud.
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Galvis cuenta que rechazan el letargo con el que las autoridades se han comportado y que está retrasando la apertura de las librerías. Explica también que hace un poco más de dos semanas que este espacio está listo de acuerdo con las normas de bioseguridad que limitarían al nuevo coronavirus, el que suscitó los cierres de varios espacios.
Andrés Benavides, subsecretario de Bienes, señala que tienen un diálogo permanente y que esta semana han hablado en tres oportunidades con uno de sus representantes, y que si no han abierto es porque les faltan todavía algunas condiciones, como la adecuación de los espacios al público y la forma como van a registrar los visitantes. “Ellos aseguran cumplimiento y en parte es verdad, sin embargo, frente a las necesidades de bioseguridad, hace falta. Yo les informé que es mejor terminar todos los procesos de bioseguridad para que la apertura no sea transitoria, sino definitiva”.
Yeisón Bedoya, de la librería 24, confirma que en efecto él ha estado en contacto continuo con el subsecretario. El problema, dice, es que la situación está muy prolongada. Él asegura que hace 15 días fueron desde el control de inspección de la Alcaldía y les hicieron unas sugerencias, que hicieron inmediatamente. Así que, añade, “estamos listos, cumplimos todos los protocolos de bioseguridad”. Por ejemplo, comenta, ya hicieron la aspersión primaria, se inscribieron en Medellín me cuida y compraron termómetro digital, que para el ingreso está todo al día.
Don Gilberto agrega que la planilla de registro de ellos se está llevando a mano, que está permitido de esta manera. “Vemos todo en orden y en aseo. Tocaría esperar que la sanidad vaya y verifique”. Es lo que están esperando. De hecho agrega que les han expresado buenas intenciones y que el diálogo es lo más importante, lo que les preocupa es que se demoren, que no haya ido sanidad. Que ellos están dispuestos a acatar cualquier sugerencia.
“Tenemos todo organizado, entre todos reunimos dinero para comprar los insumos necesarios, solo que sanidad no ha hecho la visita que nos permitiría abrir”, agrega por su parte Mauricio Grimaldo, de la Librería Ágora.
Benavides precisa que en temas de protección de bioseguridad, la autoridad principal es la Secretaría de Salud. “Nosotros estamos en mesas de trabajo y estudio y pretendemos terminar con los procesos de verificación la próxima semana, para permitir que los comerciantes que tengan sus condiciones legalizadas puedan abrir”.
#Salvaunalibrería
Sebastián Trujillo, subsecretario de Bibliotecas, Lectura y Patrimonio de Medellín, asegura que el edificio es propiedad de la Secretaría de Bienes y Suministros, y en su administración interviene la Secretaría de Gobierno, pero que desde su orilla han estado acompañado desde el principio a todos los libreros, y que para ayudar en la situación del CCL, “hemos hablado constantemente con la Secretaría de Bienes, para que se pueda abrir pronto. Ahora están con permisos y esperando visita de Secretaría de Salud”.
Trujillo espera que la situación se solucione esta semana. Dice que el trabajo en el acompañamiento a libreros y librerías ha sido constante desde el inicio de la contingencia: “Hicimos la campaña ´Compra libros, salva una librería´, todo el proceso y acompañamiento en Días del Libro”. Asimismo, cuenta que ha sostenido conversaciones con los líderes para dar “ayudas alimentarias para los de la Bastilla así como talleres y manejo de nuevas herramientas digitales”.
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Esta situación, asegura Galvis, va en contra de una ciudad lectora, y aunque tendrán una reunión virtual el próximo jueves con miembros de la Secretaria de Bienes e Inmuebles, cuentan que su reclamo no busca mercados, sino “que nos permitan trabajar”.
El subsecretario pide paciencia y cuenta también que han estado muy pendientes trabajando en un desarrollo tecnológico para hacer una “librería virtual de Medellín”, y otros procesos para acompañarlos.
Don Gilberto dice que los domicilios les ha ayudado, pero que no es lo mismo, porque a veces pasa gente y no les pueden vender los libros, y a domicilio se les incrementan los costos. La petición es por la apertura.
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