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Un balance de la FILBo, hasta el periodismo ha tenido lugar
La esfera digital sigue siendo parte importante del evento y ha dado lugar para nuevos temas. La no ficción tiene su lugar.
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La Filbo este año es una muestra de los fenómenos que han sobrevenido por el contexto actual. Lo digital lo ha permeado todo y eso abre posibilidades para comunicar ideas, pero también riesgos como las noticias falsas. FOTO COLPRENSA.
25 de abril de 2022
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Desde hace 33 años se realiza en el país la Feria Internacional del libro Bogotá, FILBo. Alianza entre La Cámara Colombiana del Libro y Corferias, que hoy se posiciona como uno de los eventos más importantes de su tipo en América Latina, después de sus homónimas en Guadalajara y Buenos Aires. Este año, el escritor Mircea Cartarescu, considerado por la crítica literaria como un importante poeta rumano contemporáneo, y Han Kang, la escritora de La Vegetariana, ganadora del premio Man Booker Internacional de Ficción, en 2016, asisten a la feria para hablar de su escritura, de la crisis mundial y, en el caso de Cartarescu, especificar la relación de su obra con la guerra entre Rusia y Ucrania que hoy tiene sobre sí los ojos del mundo. Periodistas, críticos, artistas, economistas, etc., componen la nómina de los mil autores invitados que hacen parte de los más de dos mil eventos que dan lugar a la programación.
El carácter masivo de la FILBo, la ha convertido en un escenario en el que convergen todo tipo de públicos. De los asistentes registrados en los eventos que han sido transmitidos, no solo en los canales nacionales sino en los medios digitales, la mayoría son jóvenes. El aforo que tuvo la presentación del libro Bitácora del naufragio, por el escritor y periodista colombiano Mario Mendoza, realizado este sábado en el auditorio de Corferias, estaba compuesto en su mayoría por estudiantes universitarios. Esto pone sobre la mesa la pregunta por el éxito de la feria en un país con altos índices de analfabetismo y poco acceso a la educación de calidad.
Cuestión pendiente
Se sostiene que la pandemia estimuló la lectura y la necesidad de asistir a escenarios culturales, deportivos y sociales. Habría que mirar la cada vez mayor exposición a la comunicación digital, que obliga a la lectura y la escritura informal. Las cifras sobre este fenómeno son inexistentes en los índices de alfabetización actuales.
El resultado de las nuevas formas de estudio y trabajo no presencial han obligado a la experiencia virtual y, por tanto, a la interacción frecuente entre textos y lectores que en la presencialidad podrían llegar a ser complejos; una perspectiva, en alguna medida, alentadora.
Por otro lado, hay que resaltar que el periodismo en Colombia ha tenido un desarrollo importante los últimos años. La FILBo se constituye en un momento propicio para descentralizar el enfoque del ejercicio informativo, y estimula en este la mirada universal y el interés por el comportamiento intelectual, artístico y cultural de autores nacionales e internacionales.
Esto, además, amplía la mirada sobre la incidencia social de la feria. Que las redes sociales estén revestidas de los matices que arroja dicho evento y su proyección mediática es ya un panorama alentador: la virtualidad da y quita; en el caso de la FILBo es el medio por excelencia para atraer asistentes y lectores.
No ficción
La producción intelectual y no ficcional proveniente del ejercicio periodístico o inspirada en el mismo también ha tenido un espacio importante en el evento: El libro de Ramón Jimeno, Impunidad del poder, es una obra sobre un coronel y un magistrado colombianos obstinados en ir en contra de las élites que componen al estado y las estructuras criminales que lo dominan. Un autor cuya destreza y capacidad de abordar la no ficción proviene de los años de ejercicio periodístico.
Otra obra lanzada en la Feria es la de Hernando Gómez Buendía, Entre la independencia y la pandemia. Cualquier libro basado en la historia estará atravesado por las formas particulares en que el autor percibe y describe los hechos. Esta es una obra ambiciosa en relatar una nación azotada por la violencia y las crisis institucionales. Gómez Buendía aborda comparaciones entre países, replantea la influencia del catolicismo en la sociedad colombiana, busca explicar la no absoluta decadencia del país, gracias a una economía sostenible por la que poco nos hemos preguntado.
La Filbo este año es una muestra de los fenómenos que han sobrevenido por el contexto actual. Lo digital lo ha permeado todo y eso abre posibilidades para comunicar ideas, pero también riesgos como las noticias falsas, que los nuevos medios (también digitales) han salido a contrarrestar. La sensación compartida es que cada vez se lee más, pero no es un fenómeno comprobado, además, también estaría por ver qué clase de contenido se consume y con qué perspectiva
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