Una expedición fue la que organizó Cristóbal Colón para ir a las Indias, aunque terminó descubriendo América. Lo hizo también Vasco Nuñez de Balboa y se topó en su camino con el Océano Pacífico. La Nasa preparó una que llevó al hombre a la luna.
Una expedición es una excursión a algún lugar, aunque para viajar no se tenga que tomar un bus o un avión: se puede a través de un libro, de una canción o de un poema.
“Es un viaje planeado, intencionado. Puede comenzar en el fondo del alma o en la piel, o aparecerse en una letra mayúscula que nombra con determinación un propósito. Es la vida misma que nos acoge en un libro, o que salta de la frase relevante de una crónica, o del titular de una noticia, o que nos disuade suavemente desde un verso que nos ronda y nos conmina a viajar con un destino que no siempre es el que buscamos y que, no necesariamente, implica kilómetros de distancia”, cree Clara Tamayo, coordinadora del programa Prensa Escuela.
También puede llevar a un barrio, como la que empezará este sábado a las 2:00 de la tarde y terminará a las 6:00 en la Casa de la Cultura de Manrique, para iniciar las actividades de los Eventos del Libro, en esta primera Fiesta del Libro y la Cultura Comunitaria, una expedición al corazón de Manrique. Expediciones es el tema de los Eventos este año.
Móntese en estas letras
Y como para ser un expedicionario hay muchas posibilidades, Sebastián Pérez, guía pedagógico del grupo independiente de Memoria & Ciudad, cuenta que hay muchas maneras de conocer Medellín a través de sus escritores, de esas crónicas que se han narrado dentro de los barrios.
Entonces le da una idea: “A partir de textos de Ricardo Aricapa, Juan José Hoyos, Reinaldo Spitaletta y Juan Diego Mejía se encuentra la posibilidad de entender los procesos de la ciudad, los principios comerciales, la transformación de lugares y todo eso ligado con el tango, un signo importante en la vida de Medellín y del barrio”.
Y es sobre este género musical que Pérez hablará de los refugios del tango en Medellín junto con Luis Alirio Calle, en una de las charlas que se realizarán este sábado, allá en Manrique.
Para niños
Toda expedición tiene un punto de partida, que indica Diana López, gestora fomento de lectura del Parque Biblioteca León de Greiff, La Ladera, y quien también participa en el inicio de los Eventos del Libro.
Una de lectura puede empezar con algo que los apasione, “si a un niño le encanta el fútbol hay que buscar un libro que pueda conectarlo con ese tema, como Los goles de Juancho, de Margarita Londoño, sobre un niño que juega fútbol. A partir de ahí, la forma como yo viajo es conectando esa historia con otras posibilidades de lectura, sería maravilloso que luego fuera a vivir un partido real y después conocer a un jugador. La ruta se hace de esa manera”.
Tantas formas
Las expediciones con los libros no tienen que hablar de recorridos ni de un autor en especial, pueden ser un pasatiempo, una idea que guste mucho. Finalmente “es un viaje en el que uno puede jugar con esos temas para generar una vivencia, toda una experiencia de vida”, indica López.
En la de este sábado, por ejemplo, habrá una al mar (aunque no haya mar, pero para eso está la imaginación), en el taller Llámame Moby, porque el personaje invitado a la Fiesta del Libro es Moby Dick. Otra será a través de la prensa, para ir a otros tiempos y volver luego, y uno más por la casa, ese territorio de todos los días que, sin embargo, tiene tantas cosas escondidas que merece ser explorado.
Así que la expedición empieza incluso sin moverse de casa, solo con abrir un libro y dejarse llevar por ese relato, o también en Manrique, este sábado, esta tarde, para empezar la Fiesta del Libro.