<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Con sus conciertos en Medellín, Karol G cumple un sueño más

Karol G cumple el sueño no solo de llenar un estadio, sino de hacerlo en su tierra, ante su gente.

  • Con sus conciertos en Medellín, Karol G cumple un sueño más
04 de diciembre de 2021
bookmark

El 1 de enero de 1996 Carolina Giraldo tenía cinco años. También un público que aplaudía y un papá que tocaba el tambor en un escenario de pasto y árboles. Llevaba un short azul, una camisa blanca y su pelo rubio iba en una cola de caballo. Cantaba y bailaba Qué voy a hacer, qué voy a hacer // Qué voy a hacer si Eva María se fue. Fue el primer escenario, el primer mánager, sus primeros fans.

Karol G resumió ese recuerdo en un post de Instagram: “Los sueños se cumplen. ¡Qué chimba!”. Fue el inicio de un camino que en 2006 la llevó al reality Factor XS, donde no tuvo suerte ante José Gaviria, Marbelle y Juan Carlos Coronel, los jurados de esa edición. No llegó a las galas. Ese no que recibió, sin embargo, la llenó de confianza y de ganas de abrirse un camino en la música. Estaba feliz porque era su primera vez en la televisión, consiguió amigos e hizo contactos, y tras el programa logró su primer contrato discográfico.

Colegio

La faceta artística empezó en el colegio Calasanz femenino. Sus compañeras de clase entre 2003 y 2007 la describen como charra, alegre, positiva, desparpajada y muy familiar. Era una flaquita de pelo café que siempre ganaba en los festivales de la canción y era la cantante oficial de los cumpleaños.

Muchas recuerdan en el chat de egresadas una presentación en el colegio, cuando estaban en noveno, en la que se les erizó la piel. Caro, como la llamaban entonces, interpretó Yo sí quiero a mi país, un tema de la argentina Soledad Pastorutti, y Ave María, de Jarkko Ahola.

También componía. Su primera canción, En la playa, la escribió entre clases: Bajo la luna llena y con la suave arena /Te bailaré sin pena al cantar de las estrellas/ No mire’ lo que tengo, mírame por adentro/ Que tengo el sentimiento y el corazón abierto.

Pese a que toda su niñez y adolescencia vivió en el sector del estadio, justo al frente de las pistas de patinaje, el deporte nunca estuvo en sus prioridades. Su vida giraba alrededor de la música. La Caro que conocieron sus compañeras era perseverante y echada para adelante, que lo sigue siendo, y siempre tuvo muy clara su vocación: la música.

En la U. de A.

Estuvo durante cinco años en el semillero de la Universidad de Antioquia, donde aprendió historia de la música y lectura de notas musicales.

Allí tuvo como maestra a Mirabay Montoya, hija de la pianista Teresita Gómez, con quien corroboró que la música no era solo un pasatiempo en su vida, sino a lo que se quería dedicar, tanto así que se inscribió en el pregrado de música, pero no se matriculó.

La razón fue que el músico urbano Reykon la invitó a trabajar como corista. Con el artista envigadeño tuvo sus primeras giras, no solo por Colombia, sino por varios países de Suramérica, Centroamérica, Estados Unidos y México. Allí descubrió la industria musical desde la tarima, las giras, los viajes, las entrevistas, el público y los medios de comunicación.

Con Reykon estuvo casi tres años, en una etapa que ella, en entrevista con la revista Viernes de El COLOMBIANO, calificó como una “universidad muy especial”.

Mauro Rojas, del staff de Reykon, comenta que cuando Karol G se integró al equipo no había una sola mujer trabajando en el género urbano y ella “no se amilanó y con ese talento y gran voz que tiene se ganó un espacio, al punto que nosotros fuimos los que impulsamos luego su carrera como solista, en cada show de Reykon ella estaba presente”.

Por esos días también estuvo en Estados Unidos donde adelantó en Nueva York un par de cursos de entrenamiento vocal. Nunca abandonó las ideas de educar su voz.

Solista

En La playa fue su primer sencillo, que grabó en 2006, año en el que decidió que ya no era Carolina Giraldo, sino Karol G. Un año después hizo parte del grupo de artistas que abrieron la gira de Daddy Yankee por Colombia. Su carrera tomaba fuerza y cuerpo.

A diferencia de los artistas de su época, J Balvin, Golpe a Golpe o Reykon, Karol no comenzó en la radio, fue en las redes sociales. Ella misma se abrió su camino. Lucy Agudelo, jefe de prensa, quien trabajó más de un año con la artista, expresa que Karol se iba con su papá en un carro a recorrer los pueblos de Antioquia y ciudades intermedias vendiendo CDs y cantando en discotecas. “Ella tocó puertas, hizo escuela, recorrió el camino completo”.

Lucy la describe como una mujer alegre y muy positiva, que rara vez ve lo negativo en las personas, que nunca toma nada personal. “No me sorprende nada de lo bueno que le está pasando, de las cosas bonitas que tengo que recordar en mi vida es haber compartido con ella”.

Sus amigos cercanos y equipo de trabajo la reconocen como una mujer “justa” y “generosa”. En la memoria de Lucy está el momento en el que invitó, con plata de su bolsillo, aún cuando no tenía el reconocimiento y los contratos eran escasos, a todo su equipo de trabajo a almorzar en un importante restaurante en Palmas. “Toda la plata que le entraba por sus presentaciones la repartía en su grupo”.

Su nombre comenzó a sonar y a ser reconocido a partir del tema 301, que grabó en 2012 al lado Reykon, con quien se volvió a reencontrar, ya como solista. Luego aparecieron canciones como Bajo Control, Amor de dos (con Nicky Jam) y Ricos besos, el tema con el que atrajo la mirada de las disqueras y emisoras.

Fueron épocas en las que sentía que eran más la puertas que se le cerraban que las que se abrían, le contó a Revista Viernes en 2016, donde reconoció que estuvo a punto de tirar la toalla, pero la fe en lo que estaba haciendo y el apoyo familiar la mantuvieron firme.

“Yo escogí este camino y no tengo por qué quejarme, estoy agradecida por no poder dormir por tanto viaje por este maravilloso trabajo”, dijo en esa nota en la que reconoció su admiración por Shakira y le agradeció a “José” (J Balvin) por estar pendiente de ella, por guiarla y llenarla de consejos.

Su primer contrato como Karol G lo firmaron sus papás en 2006 y ella lo recordó en esa entrevista: “Han pasado 16 años y te puedo decir que los resultados apenas se han visto en los últimos seis, no sé cómo hice esos primeros 10 años para estar trabajando y seguir enamorada de la música sin que nada pasara con mi carrera”.

Ser la número uno

En la entrevista con Viernes expresó que su sueño era alcanzar un número a nivel mundial y ya lo cumplió con Tusa (2019) y Bichota (2021). Esa idea de llenar estadios y coliseos, que expresó de manera premonitoria ese año ya es una realidad.

Su carrera internacional despegó en 2018 cuando fue nominada por primera vez al Grammy Latino y ganó como Mejor artista nueva. Al año siguiente fueron tres postulaciones y este 2021 ganó la de Mejor interpretación reguetón por Bichota. De paso se convirtió en la primera mujer del género urbano en ganar un Grammy Latino. Este tema ha sido fundamental para su carrera, porque además estuvo más de siete meses en el top de las más reproducidas en distintas plataformas musicales y en el listado de Billboard.

Sobre lo que comenzó a vivir con Tusa y con Bichota, este tema le dio el nombre al actual tour con el que ya ha ido a 26 ciudades de Estados Unidos, le dijo a EL COLOMBIANO en 2020 que ese momento lo había visualizado “al 1.000 %. Creo que lo más importante de cuando uno comienza a soñar es creérselo. En mi corazón estaba convencida de que lo iba a lograr, así que sí me lo soñé y me lo creí, pero no lo di por hecho, me puse a trabajar para lograrlo y me encanta que ahora se están dando las cosas”.

De todos esos sueños que trazó como Carolina y luego como Karol G ya los ha ido cumpliendo, con creces uno a uno: ya es la número uno del mundo urbano si se cuentan los premios y las reproducciones.

Hoy suma uno más: en septiembre de 2018 dio un concierto gratuito en las afueras del estadio, frente al Obelisco. Ese día se le metió en la cabeza que quería un espectáculo en el estadio, adentro, con lleno total. Ese sueño lo cumple hoy, 4 de diciembre de 2021 y lo repite mañana. Porque esa niña que una vez cantó qué voy a hacer, qué voy a hacer // qué voy a hacer si Eva María se fue ya creció. Ahora tiene el pelo azul, 44 millones de seguidores en Instagram, le abrió el camino a otras mujeres en el reguetón, tiene un estilo propio, muy urbano, muy Medellín, muy Puerto Rico, le canta al despecho, hace cantar a los hombres entusados, llena estadios y no olvida, nunca, a su ciudad. Por eso regresa

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD